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Requena (22/02/19) Redacción

Ya hay constancia de que la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), está presente en los bosques de Requena-Utiel, formadas esencialmente de pinos. Todos los años a partir de febrero, según indican desde clínicas veterinarias, (Canisan Requena), atienden numerosos casos clínicos en canes que han estado en contacto con esta oruga y que “requieren atención urgente”, indican. Otras fuentes explican que ya hace un mes que se detectaron orugas y se van haciendo visibles “numerosas bolsas” que “sería interesante y bueno para niños y mascotas” que sean tratados.

Se trata de una oruga que, hacia el final del invierno o el principio de la primavera, ya han sido vistas en la comarca Requena-Utiel, desciende de los árboles y forma una especie de procesión, ya que caminan en fila de a una en línea, cruzando el terreno hasta encontrar un suelo blando donde procederán a enterrarse. Generalmente la procesión no está lejos de un pino que es donde construyen sus nidos.

Una sola hembra puede poner hasta 300 pequeños huevos que adhiere a una aguja de pino.  Un mes más tarde, estos huevos se convierten en orugas diminutas. Son orugas sociales que viven en comunidades familiares comiendo las agujas de pino durante la noche y durmiendo en pequeños nidos, también llamados bolsones hechos de seda.

Los nidos, tras los iniciales, se vuelven a construir en los pinos durante el invierno y parecen teniendo la apariencia de algodón blanco pudiendo ser numerosos en un mismo pino. Si se encuentra media docena o más nidos en la parte superior del árbol, las orugas pueden fácilmente eliminar las acículas con su alimentación nocturna, posiblemente despejar todas las zonas verdes de algunas ramas y en muchos casos causarán daños graves al árbol.  Al alimentarse al amparo de la oscuridad evitan el ataque de pájaros y avispas depredadoras. Cuando llega el atardecer las orugas abandonan sus bolsones o nidos en busca de comida, no hay un solo orificio de entrada, simplemente empujan a través de las capas de seda y una vez en una rama dejan un rastro para ayudarse a encontrar el camino de vuelta antes de que amanezca.

Es en esta época, finales de invierno o cerca de primavera cuando abandonan el nido y se preparan para la siguiente parte de su ciclo vital. Precisamente coincide con el momento cuando muchas las personas y sus mascotas, debido a la mejoría del tiempo, entran en contacto con las orugas, a veces con consecuencias muy dolorosas.

Las orugas están cubiertas de diminutos pelos urticantes que les sirven como mecanismo de defensa. Los pelos, en ocasiones, son expulsados por lo que pueden estar en el aire cerca de los árboles infestados, en las ramas por las que se desplazan y también siguiendo la línea de la procesión. Estos pelos pueden causar reacciones que van desde una leve inflamación e irritación a un shock anafiláctico en las personas. Si a alguien le ocurre tendría que consultar a un médico, ya que la erupción es dolorosa y puede durar hasta tres semanas.

Las orugas están cubiertas de diminutos pelos urticantes que les sirven como mecanismo de defensa. Los pelos, en ocasiones, son expulsados por lo que pueden estar en el aire cerca de los árboles infestados, en las ramas por las que se desplazan y también siguiendo la línea de la procesión. Estos pelos pueden causar reacciones que van desde una leve inflamación e irritación a un shock anafiláctico en las personas. Si a alguien le ocurre tendría que consultar a un médico, ya que la erupción es dolorosa y puede durar hasta tres semanas.

Los veterinarios reciben muchas visitas de dueños de perros durante la época en que las orugas migran al suelo porque los canes, curiosos, se acercan intrigados por la procesión y pueden recoger los pelos con las patas, lo que le provoca irritaciones que terminan lamiendo. Cuando los pelos están en la boca generan picazón, hinchazón y posiblemente vómitos. Los dueños, tras un paseo en esta época por el campo deberían estar atentos a síntomas como pequeñas manchas blancas en la boca y en la lengua, babeo y masticación excesivos.

Comparte: La oruga procesionaria del pino provoca que numerosas mascotas, perros, deban ser atendidos por los veterinarios de Requena-Utiel