El minifundio sitúa a la Comunidad Valenciana a la cola en la ayuda media de la PAC
Leer más
Arranca el Circuito de Carreras de la Diputación de Valencia que este año celebra los 25 años con su edición más especial
Leer más
Los sindicatos del ayuntamiento de Requena se concentrarán para visibilizar la problemática actual de los servicios públicos
Leer más

Requena (29/08/18)

7 de la mañana. Mi esposa me despierta abruptamente desde la puerta de casa, mientras mira por la cámara del telefonillo hacia la calle.

Anoche después de celebrarse la tradicional «Zurra» en Requena hubo un concierto de rock  durante la madrugada a solo una calle de nuestra casa, y a las siete de la mañana hay una tranquilidad y un silencio casi absolutos.

– ‘¿Qué ocurre?’, le pregunto sorprendido, a mitad de un sueño de tres o cuatro horas que llevo  de sobrevivir semejante ruido del concierto.

– ‘¡Bajo enseguida porque hay una chica que necesita ayuda!’ Me dice alarmada, mientras se calza a toda prisa.

– ‘¿Pero qué pasa?’, vuelvo a preguntar, al tiempo que salto de la cama como un resorte.

–  ‘Alguien ha llamado al timbre y me he levantado a ver quién era. Al contestar el telefonillo vi a una pareja de jóvenes en el portal y escuché perfectamente cómo el tipo la acosaba. Ella le decía ‘¡déjame tranquila!’ y él seguía insistiendo. Le cogía del brazo por la fuerza y se acercaba a su cara intimidándola, y ella trataba de soltarse mientras respondía ‘¡No! ¡Que me dejes tranquila!’. El tipo le decía que qué más daba enrollarse con él que con  otro. Ya no les puedo ver ni oír, y eso me inquieta. Voy a bajar ahora mismo para ayudarla.’

– ‘¡Espera, te acompaño!’ Alcancé a decir, medio aturdido.

Fueron solo unos instantes. Bajamos tan rápidamente como pudimos. Sin embargo en el portal ya no había nadie. Dimos la vuelta en nuestra calle y las proximidades observando de portal en portal, pero todo estaba vacío, sin rastro de la joven.

Regresamos preocupados. Ya no hemos vuelto a conciliar el sueño, pensando en ella. No sabemos quién es. No supimos qué ha ocurrido después.

Muchas cosas pasan por mi cabeza, pero solo quiero decir unas palabras, por si acaso me leyera…

Hola vecina: Somos los vecinos del timbre que tocaste hoy sobre las siete de la mañana. Ojalá todo haya sido un susto y que hayas regresado sana y salva a tu hogar a descansar, segura y libre del acosador que te molestaba.

Probablemente haya quien te cuestione a ti y den por sentado muchas cosas… por qué andabas sola a esas horas, por qué saliste de fiesta y un sin fin de especulaciones para poner el foco sobre tí y no sobre al acosador, que es y debe ser el único responsable de su acoso.

Quiero que sepas que mi esposa y yo hemos acudido a tu llamado. Hiciste bien en tocar a nuestra puerta. Te buscamos pero lamentablemente ya no te encontramos. Si nos necesitas para presentar una denuncia estamos aquí dispuestos a apoyarte.

A los acosadores: dais vergüenza y asco. Confío en que cada vez seáis menos y estéis arrinconados. Es lo menos que merecéis. 

A las jóvenes: si alguna vez se encuentran en una situación de acoso, no se lo piensen: tocad los timbres, llamad a las puertas, pedid ayuda. Estoy seguro que en muchas de ellas habrá alguien que sin dudarlo bajará a apoyarles. No estáis solas.

Pasad buenas fiestas.

Sinceramente,

Víctor Pool.

#LXXIFiestadelaVendimia

#Requena 2018

Comparte: Relato de acoso en las fiestas del "No es NO" producido esta noche en Requena