El alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, se reúne con representantes provinciales y locales de Cruz Roja para coordinar acciones solidarias
Leer más
El presidente de la Diputación se reúne con el alcalde de Utiel y reivindican el inicio del servicio ferroviario Cuenca-Madrid
Leer más
Coviñas presenta Al Vent y amplía la familia Aula con un Chardonnay
Leer más

Requena )01/12/17) Luis Ibáñez

Los agricultores cerealistas de la comarca Requena-Utiel tendrán que seguir mirando al cielo porque con la cantidad media de agua de lluvia registrada ayer, que no llega ni  a los 10 litros por metro cuadrado, “no podrá ni siquiera germinar, la simiente que hemos envuelto en la tierra” comentaron cerealistas de la zona.

En las últimas semanas y debido a que las lluvias no llegaban, algunos agricultores se atrevieron a sembrar siendo conscientes de que si no se registraban precipitaciones importantes podrían perder la simiente.

Según los agricultores “se necesita que caigan, al menos, unos 30 litros de agua por metro cuadrado para que puedan nacer los cereales sin riesgo a perder el grano que hemos envuelto en la tierra”.

Entre los agricultores existe gran preocupación por la fuerte caída de la pluviometría que se registra en la comarca desde mediados de marzo. Esta situación está afectando también a los acuíferos; pues están mermando sus caudales poniendo en riesgo el uso del agua para el riego agrícola en las parcelas que cuentan con las infraestructuras necesarias para que llegue el agua.

La sequía también a incrementado la merma que se esperaba en la producción global de aceitunas para la elaboración de aceite de oliva “hasta situarla en el 50% comparada con la habitual” comentan los productores.

La sequía todavía no afecta a los almendros y a las vides por encontrarse en la parada invernal; pero los agricultores aseguran que “es conveniente que en otoño e invierno se creen reservas de humedad importantes en la tierra para garantizar la brotación enérgica de las vides en la próxima primavera”.

Comparte: Los agricultores cerealistas muestran su preocupación por la escasez de las lluvias