sábado, 20 abril
La última obra publicada por la periodista y escritora vallisoletana Elena López Gómez, vinculada a la ciudad de Utiel, sigue la línea intercultural de sus anteriores obras. Su experiencia en el Líbano marca su interés por la cultura y la sociedad del mundo árabe. El vivir en un pueblo de la comunidad de Castilla-León también le ha llevado a preocuparse por el despoblamiento de los pueblos de la Castilla rural, un fenómeno que se produce a nivel general en la España rural. De su interés por el mundo árabe y su preocupación por la pérdida de población en los pueblos tradicionales, ha surgido la obra “De los destellos de Oriente en Castilla”, donde de manera metafórica alude a las nuevas sensaciones en el pueblo que genera la llegada de una familia de refugiados sirios. Este libro, conformado como un conjunto de soliloquios, que recuerda el estilo de Delibes en la obra “Cinco horas con Mario”, tiene una protagonista, una chica de pueblo cuyo nombre no aparece, que escribe una serie de correos electrónicos a una amiga periodista que vive en Líbano. La expectación que suscita sobre la chica de pueblo el hecho de que su amiga vive en un mundo exótico y lleno de novedades, también podría entenderse como otro de los “destellos” de Oriente en Castilla. Acostumbrada a seguir la “novela” de televisión y a leer historias románticas, mira con cierto recelo la posibilidad de volver a vivir el amor después de la desaparición de su antiguo novio. Esa posición de mirar la vida desde fuera potencia el interés por describir la vida de los demás.
En esta obra se narran las historias personales de una diversidad de personajes que sueñan por llevar adelante sus proyectos. En una de esas historias queda representada la ciudad de Utiel, con algunos de sus lugares y eventos más característicos. También se profundiza en la idiosincrasia de los pueblos, donde por cuestiones sin importancia los vecinos pueden llegar a negarse la palabra, aunque cuando suceden situaciones dramáticas el espíritu de colaboración se manifiesta de manera espontánea.
La fluidez, empatía y espontaneidad con las que se desarrollan las palabras de la protagonista, llegan al lector de manera suave y amena, que es conducido imparablemente a un mundo que va cambiando por influencia de esos “destellos orientales” que están presentes en toda la obra.
