viernes, 5 diciembre
miércoles, 23 julio
El Ayuntamiento hace un llamamiento a las personas interesadas para que actualicen los datos y colaboren en el proceso
Dpto Prensa Ayuntamiento de Zarra.
El Ayuntamiento de Zarra ha aprobado por unanimidad la actualización del reparto de aguas de riego, tras un exhaustivo estudio realizado entre los meses de marzo y mayo de este año. El objetivo ha sido garantizar un uso justo, eficiente y transparente del agua en las parcelas de regadío del municipio.
El análisis ha comparado los datos existentes del año 2021 con la información actualizada, incorporando nuevas parcelas, personas titulares y declaraciones responsables que especifican si se desea o no continuar haciendo uso del agua para riego.
Este nuevo sistema distingue entre quienes no regarán, pero mantendrán el derecho futuro al riego —y por tanto pagarán una cuota de mantenimiento— y quienes sí, y abonarán únicamente el importe correspondiente a las parcelas señaladas expresamente para ese uso. También se ha incorporado el valor monetario de cada bancal, calculado en función de los metros cuadrados, lo que permite determinar la cuota individual de cada regante.
Actualmente, el número de socios con parcelas de regadío asciende a 434, frente a los 133 registrados en 2021, lo que supone un incremento de 301. A pesar de ello, solo 16 personas han acudido hasta el momento al Ayuntamiento para actualizar sus datos, por lo que el consistorio anima a todos los vecinos a colaborar activamente en el proceso para una correcta planificación. Las parcelas de regadío incluidas en el reparto son: Arboleja, Balsa, Fau, Hombría, Huertecica, Los Batanes, Rasmal y Renton.
El alcalde, Raúl Martínez, explica que esta actualización no es solo una cuestión técnica, “es una forma de proteger y dignificar un legado de generaciones que no queremos perder” y agradece “el compromiso de los vecinos que han participado en el proceso y han entendido la importancia de regular y cuidar el uso del agua”.
Zarra, enclavada en pleno corazón del Valle de Ayora, es un municipio donde la cereza de calidad es símbolo de identidad y esfuerzo colectivo. Un pueblo pequeño, pero con profundas raíces agrícolas, que sigue cultivando sus campos como forma de vida y de orgullo. Los regantes, las acequias y las parcelas con nombre propio son más que recursos: son historia viva, cultura rural y testimonio de una comunidad que no olvida de dónde viene.
