jueves, 1 mayo
Alrededor de 300 productores de vino de LA UNIÓ de Llauradors, procedentes de todas las zonas de la Comunitat Valenciana, han realizado hoy un acto de protesta en Valencia ante la difícil situación en la que se encuentran con un descenso importante en los ingresos que perciben y unas políticas nefastas para el sector. A lo largo de la manifestación se han unido y apoyado las reivindicaciones de los agricultores representantes del PSPV-PSOE, Compromís y EUPV.
Bajo una pancarta con el lema “Viticultores arruinados, gobernantes acomodados” los agricultores han salido desde la plaza de la Reina hasta concentrarse en las puertas del Palau de la Generalitat, donde el periodista agrario de la comarca de Utiel-Requena, Luis Ibáñez, ha leído un manifiesto reivindicativo dirigido al presidente Alberto Fabra y al conseller de Agricultura, José Ciscar, en el que piden soluciones y medidas urgentes. En los parlamentos ante la Generalitat han intervenido representantes de LA UNIÓ de todas las Denominaciones de Origen y el secretario general Ramón Mampel.
Los agricultores critican la política especulativa de las grandes bodegas, consentida por las Administraciones Públicas, que provoca que el vino se pague ahora un 50% más bajo que en el comienzo de campaña en octubre; unido todo ello a la importación masiva e incontrolada de vino procedente de países terceros. Los productores reclaman así mismo el cobro de las ayudas pendientes procedentes del Programa de Desarrollo Rural Valenciano, con una cifra que es superior ya a los 8 millones de euros y que están sin pagar desde el año 2012. A juicio de LA UNIÓ “esta circunstancia representa una merma de la competitividad de los viticultores valencianos frente a los de otras zonas donde sí las perciben de forma periódica, tenemos una Generalitat morosa que no cumple con sus obligaciones mientras nos exige que nosotros cumplamos con las nuestras”. Ante esta circunstancia, LA UNIÓ exige un periodo de pago obligatorio de las ayudas públicas.
LA UNIÓ también cuestiona la discriminación de la Generalitat hacia los viticultores profesionales en las ayudas por los trabajos de reestructuración donde prima “ilógicamente” la subcontratación de un tercero” o el intento de unificar todas las Denominaciones de Origen en una sola, “en contra de las tendencias de los mercados que se dirigen a una diferenciación y en contra también de la filosofía de la normativa comunitaria”. Otro aspecto que critican es la brutal subida de las tarifas eléctricas para riego que pone de manifiesto que “los gobernantes benefician siempre a los grandes, a las grandes bodegas o comerciantes y a las compañías eléctricas.
MANIFIESTO DE LA UNIÓ PARA EL ACTO DEL 30 DE ABRIL DE 2014
Al igual que el resto de sectores agrarios el sector vitivinícola atraviesa una complicada campaña marcada por una producción anómala, pero que apenas supone un aumento del 7% respecto de la media de producción de los últimos 10 años. La política especulativa de las grandes bodegas y la Administración, junto a la importación masiva e incontrolada de vino procedente de países terceros y la entrada de vino procedente de otras zonas del Estado, ha provocado que muchas de nuestras bodegas estén llenas y se den las condiciones ideales para que los especuladores, que durante años han estado arruinado nuestro sector, se encuentren con la situación perfecta para continuar arruinándonos. Siempre ganan los mismos y a costa de nosotros.
Todo ello en el marco de un sector vitivinícola que adolece de una transparencia en la información de la situación del sector que ofrecen los distintos organismos autonómicos, estatales e internacionales y que, en demasiadas ocasiones, son dispares en exceso, cuando no contradictorios los datos. La situación provoca una opacidad que lleva a situaciones, incluso, de fraude y alteración de la situación de los mercados por intereses particulares.
Por otra parte, la Generalitat Valenciana continúa sin abonar la totalidad de la deuda de 8,3 millones de euros que tiene pendiente con los agricultores procedentes de las ayudas contempladas en el Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana, correspondientes a la casi totalidad de la anualidad de 2012, la totalidad de la de 2013, así como la no publicación de una prórroga para el 2014. Esto supone, por una parte, un mayor endeudamiento por no poder hacer frente a los gastos derivados de los compromisos adquiridos al ser beneficiarios de las ayudas y, por otra parte, una merma de la competitividad de nuestro sector vitícola frente a los productores de otras zonas del estado, donde sí perciben las ayudas puntualmente. La deuda pendiente corresponde a las ayudas a la Producción Integrada y Ecológica de la viña y a las indemnizaciones compensatorias, a lo que hay que añadir que no se convocan de forma generalizada. Para este año en curso si se convocan será en noviembre y con cargo a los presupuestos de 2015.
En resumen, tenemos una Generalitat Valenciana morosa, que incumple sus obligaciones mientras nos exige a nosotros que cumplamos las nuestras. Tenemos una Generalitat Valenciana que ahoga a sus ciudadanos, en este caso a los viticultores valencianos, a los que la deuda que tiene con ellos es como ponerles el pie en el cuello e ir apretando.
Pero hay más. No es suficiente con lo anterior, sino que además la Generalitat Valenciana trata a los viticultores profesionales de forma miserable al reducirles la ayuda por los trabajos de la reestructuración hasta un 19%. No se entiende que el trabajo de un viticultor valga menos para la Generalitat que si se contrata a un tercero. Esta medida supone que la Generalitat Valenciana no va a poner el 100% del presupuesto sin informar tampoco dónde va a destinar el dinero no consumido.
Y para acabar con el sinsentido de una administración valenciana que ha perdido el rumbo en materia agraria, si es que alguna vez lo ha tenido, no tiene otra ocurrencia que intentar unificar todas las Denominaciones de Origen en una sola. Todo ello en contra de las tendencias de los mercados hacía una diferenciación y en contra de la filosofía de la normativa comunitaria.
Con esta política de tierra quemada de nuestra conselleria en el sector vitivinícola ¿a quien se quiere beneficiar? ¿A las grandes empresas? ¿A las empresas de los padres de altos cargos de la conselleria? Porque lo que tenemos claro es que a los productores NO.
Y si con el gobierno autonómico no teníamos suficiente, vienen desde el gobierno central y nos ponen la puntilla con la elevación bestial del precio de la tarifa eléctrica, con un incremento del término de potencia para las comunidades de regantes de un 125% de media desde que puso en marcha el Gobierno el pasado 1 de agosto la nueva normativa. Como siempre, todos los gobiernos beneficiando a los grandes, o a las grandes bodegas o a las grandes compañías eléctricas, pero siempre a las grandes.
Ante todo ello, nosotros, los agricultores y ganaderos de LA UNIÓ no nos podemos quedar callados y en casa, por lo que vamos a trabajar para conseguir:
– Que la Generalitat Valenciana pague las deudas pendientes con el sector desde el año 2012 y que establezca normativamente un período de pago obligatorio de las ayudas públicas, así como la convocatoria de las ayudas de primera instalación, planes de mejora e indemnizaciones compensatorias del período 2014-2020.
– Conseguir que la Generalitat Valenciana modifique la normativa que discrimina a los viticultores profesionales en las ayudas a la reestructuración y reconversión de la viña.
– Conseguir que la Generalitat Valenciana establezca una ordenación territorial vitivinícola en base a la realidad productiva de cada zona y ponga en valor las especificidades de cada una de nuestras zonas productivas.
– Conseguir que el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana, junto con el sector, realicen una planificación ordenada de la producción para evitar hundimiento de precios, la especulación de nuestras rentas y la potenciación de los vinos de calidad
– Y finalmente, conseguir unas tarifas eléctricas que se facturen por la potencia real utilizada, con un IVA reducido.
Los viticultores estamos arruinados como consencuencia de unos gobernantes acomodados. Queremos soluciones, ya.
Muchas gracias
TABLA REIVINDICATIVA DEL SECTOR VITÍCOLA DE LA UNIÓ
Valencia, 30 de abril de 2014