jueves, 19 diciembre
Fuente levante-emv.com. 19.12.2013 | 03:22
J. SIERRA | VALENCIA Una mutación en la cepa «clásica» del virus de la hemorragia vírica (EHV), que durante años esquilmó la población de conejos en España, está permitiendo el control de la plaga de conejos que afecta a comarcas como la de Requena-Utiel o La Costera y que obligó a la conselleria de Agricultura a adoptar medidas excepcionales.
El fenómeno está afectando a toda España hasta el punto de poner en peligro la recuperación de especies como el lince, que tiene en el conejo su principal fuente de alimentación.
En el caso valenciano, el impacto del virus es muy apreciable en las comarcas de Requena-Utiel y la Costera, los territorios que más han sufrido en sus cultivos la plaga de conejos.
Fuentes de la conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente confirmaron ayer el repunte de la hemorragia vírica aunque no hay un pronóstico sobre el impacto que puede tener sobre la superpoblación de conejos.
En este sentido recordaron que a cada episodio de superpoblación sigue con frecuencia otro de «autoregulación» que en ocasiones es percibido en forma de mortandades muy elevadas. Ocurre periódicamente con los delfines aunque algunos investigadores apoyan la tesis de que se trata de una biocacumulación de tóxicos y afectó también hace unos años a la plaga de topillos en Castilla, que desapareció casi con la misma rapidez con la que se extendió hasta llegar a las primeras páginas de los diarios y los informativos.
«Hay que ver si el impacto del virus se mantiene también el próximo año o es algo excepcional provocado por la sequía u otros factores», apuntaron.
Cazadores y agricultores de la comarca de Requena-Utiel ya habían advertido el descenso poblacional y la aparición de «cientos» de pieles de conejo, a veces en grupos muy numerosos.
En los últimos años, la conselleria de Infraestructuras y la de Agricultura permitieron a las sociedades de cazadores que mantuvieran la presión sobre los conejos autorizando batidas excepcionales durante todo el año.
Pese a las cacerías, el conejo fue colonizando nuevos espacios sobre todo en terrenos agrícolas con materiales blandos donde podía excavar kilómetros de galerías que lo hacían prácticamente inmune a perros, hurones y escopetas. La plaga era especialmente visible en el entorno de los terraplenes del la Línea de Alta Velocidad, donde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) tuvo que sacar a concurso el control de las poblaciones para evitar daños a las vías.
El Ministerio de Medio Ambiente ha puesteo en marcha un programa para estudiar y determinar el alcance de la nueva cepa del EHV de los conejos.