jueves, 18 julio
viernes, 24 julio
Fuente economia3.com /Ángel Ossirio
En Unión Vinícola del Este (UVE) pueden presumir sin rubor, de ser la mayor bodega de cava situada fuera de Cataluña, con sus dos millones y medio de botellas vendidas durante el pasado ejercicio. Fruto de una inversión colectiva en donde la bodega valenciana Vegamar participa como socio local, UVEsurge como un proyecto centrado exclusivamente en el cava, a partir de las uvas del municipio de Requena, aunando los medios técnicos de elaboración más modernos, con el alma de una dirección técnica en la que destaca José Hidalgo.
Hidalgo pertenece a una saga mítica en la enología española; tres generaciones de ingenieros agrónomos centrados en la viticultura y la enología, cuyo prestigio el más joven tiene la obligación de aumentar.
Tras lograr la ingeniería en Tarragona, se licenció en Enología en la Universitat Rovira i Virgili, y después de pasar por un año en Estados Unidos, descubrió el encanto de las burbujas en uno de los santos lugares del cava, Gramona, en el corazón de Sant Sadurní. Desde allí fue llamado para liderar este ambicioso proyecto de Requena.
El cava de Requena
El enorme potencial de Requena, del que Hidalgo subraya que es “el segundo municipio de España en extensión de producción vitivinícola, tras Jerez”, fue decisivo para la implantación de una bodega que tiene vocación de tamaño y de variedad. El objetivo es llegar a los cinco millones de botellas en los próximos cuatro o cinco años y seguir ampliando el portfolio de la bodega con nuevas elaboraciones.
El tamaño de Requena y la variedad de las zonas –“donde tenemos parajes muy altos casi pegados a la sierra, con cerca de los 900 metros, junto con otros situados más al mediodía y más bajos”–, así como la presencia abundante de las variedades (Macabeo y Chardonnay en los blancos y Garnacha para los rosados), permite elaborar cavas muy diferentes entre sí. “Tenemos mucho donde elegir, esa es nuestra gran ventaja”, dice Hidalgo.
Pero no la única, porque si algo distingue el cava de Requena del elaborado en Cataluña es precisamente la altitud a la que se cultivan los viñedos y la protección de la humedad del mar que le brindan las sierras que los separan de la Hoya de Buñol y la huerta valenciana. Esos 70 kilómetros de distancia se amplían por la continentalidad del clima mediterráneo de Requena, lo que singulariza sus vinos.
“Cuanta menos humedad, más difícil se lo ponemos a las enfermedades clásicas de la vid”, dice, lo que asegura buenas calidades de uvas y un impacto humano menor en lo que se refiere a tratamientos. La producción también es menor, ya que los frentes húmedos del Mediterráneo llegan poco y muy debilitados y ese estrés hídrico favorece vinos base de muy alta calidad.
Otra de las ventajas para el cava está en la amplitud térmica de Requena, especialmente en los meses de finales del verano, cuando la diferencia entre la temperatura de la noche y del día se extrema, potenciando vinos blancos con más aroma y frescor.
Hidalgo es además presidente de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, foro desde el que divulgan la tipicidad del espumoso valenciano.
Tres referencias, una universal
Vega Medien es la marca más conocida de UVE y la que tiene más presencia en restaurantes, especialmente en la Comunitat. Se elabora principalmente con Macabeo, tanto en semiseco como en brut nature (aquí es acompañado por Chardonnay), escogiéndose para el primero la uva más madura y anticipando la vendimia para el segundo. Está en rima quince meses.
“Es nuestro buque insignia, el más vendido por su excelente relación calidad precio. Un cava fácil para todos los públicos”, subraya Hidalgo. Y no es solo lo que piensa el público; también es de la misma opinión la crítica especializada, pues en las siete cosechas que han salido al mercado, han recogido con esta marca más de 40 medallas en certámenes internacionales.
El cava más mimado de la bodega es Lágrima Real, que se elabora con uva Chardonnay de un solo pago, y en Cañada Honda, una zona especialmente elevada (por encima de los 700 metros es el más continental de sus cavas), y solo en los años en los que consideran que será excepcional. Hidalgo explica que las añadas de 2013 y 2014 no alcanzaron ese punto que él exige; el primero por demasiada agua y el segundo por lo contrario, de modo que no se elaboró.
El Lágrima Real que está en el mercado, agotándose ya, es de 2009, y este mes comenzarán a salir las primeras botellas de 2010. Es un cava vintage, cuyo vino base pasa seis meses bajo lías y luego tiene 50 meses de espera en rima, en el fondo de la bodega, combinando la solidez de esos seis años de vida, con la juventud de la fruta. El licor de expedición es el propio cava.
Pero como la bodega es innovadora, tiene una marca más joven, Nit del Foc, un cava de coupage, que está menos tiempo en rima que sus hermanos; entre nueve y doce meses,
La bodega también ha apostado por el mercado de los cavas rosados, en este caso utilizando únicamente la variedad local de Garnacha, que aporta frescura combi-nada con aromas de frutas rojas. La garnacha sirve para el Vega Medién Rosé y el Nit del Foc Rosé.
Además de estas referencias, en UVE elaboran para otras marcas, como la propia bodega hermana Vegamar (accionista), que aunque tiene sus viñedos y bodega en el Alto Turia (DO Valencia), los cavas los hace en Requena, también a base de Macabeo y con aportes de Chardonnay.
