Uniendo Pasiones: Escuadra, Bodega y Viñedo

Requena (19/05/23)- Yolanda Hernández

Un proyecto hecho realidad, un sueño cumplido. La unión de dos pasiones: arquitectura y agricultura. Así es “Escuadra, Bodega y Viñedo”, la artesanal bodega isidreña de Pablo Carrión.

Nuestro amigo Pablo estudió arquitectura porque le gustaba esta formación, pero tenía claro que no iba a ser su profesión. A él le interesaba más el paisajismo (nada de interiores y demás) y poder enfocarla hacia su futuro, su devoción: el viñedo.

Alrededor de 3 hectáreas de cepas de secano conforman los terruños que dan valor a esta bodega. Bobal, Garnacha, Tardana y algo de Monastrell son la apuesta clara de sus limitadas vinificaciones artesanales y de calidad.

Como buen arquitecto, sus viñas son todo un espectáculo paisajístico digno de ver, decorado con los cuadros de leguminosas de yeros, aportando nitrógeno a la tierra, y su Montaña de forma troncocónica, a modo de mirador, con una carrasca predominando en la altura, desde donde contemplar el lienzo que da vida a este sueño.

Esta Montaña ha sido su primera obra como arquitecto. Podríamos llamarle “Arte con el Terreno”. Y es que Pablo, en su defensa del paisaje y para eliminar el ruido visual, quiso dar vida a este lugar idílico desde el que ha pasado muchas horas de reflexión y disfrute de las vistas al monte que abraza el viñedo, el atardecer, las luces de los pueblos al caer la noche, …

En nuestro paseo por el campo, le pregunto a Pablo qué quiere conseguir con sus elaboraciones. A lo que me contesta, sorprendentemente, que no busca un vino determinado, sino conocer cómo funciona cada parcela. “Conocer lo que tengo, saber qué estamos haciendo mi padre y yo como agricultores y sacarle su potencial”.

Embotellar un lugar, una cultura, con la mínima intervención posible para que se exprese la tierra por sí sola de la manera más honesta. Así son las elaboraciones de Escuadra:

• Compás, haciendo alusión a las tijerillas de vendimiar. Un rosado de bobal y garnacha criado en barrica con sus lías. Un rosado con cuerpo y alma de tinto.
• Cartabón, con la similitud de una azada. Uno de los pocos vinos de bobal de maceración carbónica que podemos encontrar en la comarca y afinado en tinaja de barro.
• Tangencia. Etiquetado con una imagen de un botijo ya que, este coupage de bobal y garnacha, está elaborado en tinaja y barrica.

Tres espectaculares elaboraciones artesanales que podrás degustar si te acercas a Los Isidros, e incluso quizás, puedas catar la más especial del 2020 que completa esta geometría vínica.

Un orgullo para la comarca que siga la continuidad y el relevo generacional con la clara apuesta de este joven agricultor: Pablo Carrión.

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