sábado, 25 octubre
La UGT-PV y Acció Ecologista-Agró consideramos que la situación de emergencia en la que se encuentran nuestros bosques por la plaga de Tomicusdestruens podría haberse evitado si no se hubiera llevado a cabo el ERE de VAERSA, que eliminó las brigadas de prevención y control de plagas. Por eso instamos, el sindicato y los ecologistas a la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente a que se responsabilice de este tema de interés general y dedique el esfuerzo presupuestario necesario para actuar con carácter de urgencia.
La UGT-PV y AE-Agró denunciamos que las unidades de control de plagas en los montes de la Comunitat Valenciana, que constaban de tres equipos, uno en cada provincia, y que se encargaban del control de focos incipientes de plagas forestales, desaparecieron con el ERE de VAERSA de 2012. Estas brigadas contaban con 13 trabajadores cualificados y para la encomienda marzo 2012-febrero 2013 disponían de un presupuesto de 342.317,58 euros, solo para las actuaciones de prevención. El personal de estas brigadas fue despedido el 28 de febrero de 2013, y desde entonces sus labores de prevención se han dejado de realizar en nuestros montes.
Cada una de estas unidades estaba constituida por tres peones especializados y un capataz, en disposición del carnet de manipulador de plaguicidas de uso fitosanitario, y disponían de un vehículo para sus desplazamientos por los terrenos forestales y del material necesario para los trabajos de prevención (moto sierras, apero descortezador, mochilas pulverizadoras…). Se desplazaban al lugar donde existía el foco, detectado por el director técnico, y procedían a realizar las tareas de control.
Los trabajos consistían básicamente en la colocación de puntos-cebo, que deben estar instalados en la época anterior al periodo de puesta del insecto, y que para el caso del Tomicusdestruens corresponde a los meses de septiembre/octubre. En el caso de que se detecten entradas, los cebos deben renovarse cada 6 semanas, con el fin de que dispongan de material fresco que es más efectivo, y se eliminan las zonas antiguas afectadas mediante el descortezado de los pinos.
Tanto para la creación de nuevos puntos-cebo como para su renovación periódica se realiza un procedimiento laborioso consistente en talar varios pies sanos, seleccionados entre los pino más débiles, que se desraman y después los troncos y ramas gruesas se apilan juntos. Los cebos se colocan en sitios de fácil acceso a una distancia inferior a 300 metros del foco del año anterior, procurando que no estén expuestos totalmente al sol. Las ramas gruesas que constituyen los cebos deben ser descortezados antes de que se produzcan las primeras emergencias, lo que tiene lugar a partir del mes de marzo.
Para el sindicato y los ecologistas estas actuaciones de prevención eran claves para haber tenido bajo control las poblaciones de Tomicusdestruens en su momento, puesto que hubieran permitido una pronta detección y actuación, frente al caos e improvisación que están demostrando al verse hoy por hoy desbordados por esta plaga, que se ve favorecida por la sequía que arrastramos.
Además, para la UGT-PV y AE-Agró la dotación presupuestaria anunciada por la Conselleria para combatir la plaga es insuficiente. Si esos 342.000 euros de la encomienda de 2012 eran sólo para prevención y control de focos incipientes, ¿cómo pretende ahora la Conselleria abordar esta plaga, que a estas alturas declaran como tal, anunciando en medios de comunicación, una partida de 200.000 euros para su control? Por el bien de nuestros bosques y del interés general, la UGT-PV y AE-Agró exigimos una mayor dotación presupuestaria y más medidas para luchar contra el Tomicus. Y esto pasa, como no, por recuperar el personal especializado en estas tareas, fulminado en un ERE que el propio Tribunal Supremo declaró no ajustado a derecho y que está dejando una profunda huella en la gestión y conservación de nuestro patrimonio natural.