jueves, 4 octubre
Turisme Comunitat Valenciana organizó una presentación de la oferta enoturística de la Comunitat Valenciana que tuvo lugar a las 20.00 horas la Sede de la Generalitat en Madrid y que contó con la presencia del delegado del Consell para la Unión Europea y Relaciones Externas, Joan Calabuig.
En concreto, participaron en esta acción bodegas, alojamientos turísticos, restaurantes, museos del vino y agentes del enoturismo valenciano que presentarán su oferta a través de las rutas del vino de Utiel-Requena, Alicante y Castellón, así como de bodegas enoturísticas de Terres dels Alforins.
Tras la presentación, se llevó a cabo un ‘workshop’ entre los agentes comercializadores de las rutas valencianas y los cerca de 60 agentes turísticos, entidades y medios especializados del enoturismo y turismo gastronómico que se darán cita en la Oficina de la Generalitat en Madrid.
El director de Estrategia Territorial Turística, Josep Gisbert, ha explicado que “el objetivo es presentar la oferta turística de la Comunitat Valenciana desde un prisma territorial y de productos experienciales muy concretos, como el enoturismo” y ha destacado “el valor de esta oferta por su autenticidad y por su contribución a la economía y al empleo”.
Josep Gisbert ha resaltado que “a través de esta presentación, Turisme acerca al mercado nacional valores de la esencia mediterránea de la Comunitat Valenciana con ofertas turísticas menos conocidas, como es el enoturismo”
Asimismo, ha incidido en que el turismo enológico “permite al viajero descubrir a través de las rutas del vino nuevos atributos del interior del territorio, paisajes vitivinícolas, cultura, gastronomía y tradición, con un atractivo catálogo de experiencias turísticas en torno al mundo del vino”, al tiempo que ha añadido que “se pueden disfrutar todo el año del enoturismo y, por su proximidad geográfica, pueden enriquecer la oferta de los principales destinos litorales, urbanos o culturales de la Comunitat Valenciana”.
Potencial del enoturismo en la Comunitat Valenciana El vino y la cultura que lo envuelve representa una atracción turística de gran potencial para la Comunitat Valenciana y una oportunidad de dinamización para el Mediterráneo rural.
La Comunitat cuenta con tres rutas del vino: Alicante (86 servicios y establecimientos turísticos), Utiel-Requena (52) y Castellón (25); además de las 11 bodegas de la asociación enoturística Terres dels Alforins y otras explotaciones vitivinícolas que han desarrollado líneas de negocio enoturístico.
Para Josep Gisbert, “esta realidad invita a apostar por una actividad que contribuye al desarrollo socioeconómico del territorio generando riqueza en las zonas vitivinícolas, con una distribución del gasto turístico equilibrada, que aporta desestacionalización y sostenibilidad al turismo”.
Las rutas de Alicante y Utiel-Requena forman parte del Club de Producto de Rutas del Vino de España-ACEVIN. Según los datos publicados recientemente por ACEVIN, estas dos rutas valencianas registraron en sus bodegas y museos un total de 121.957 visitantes en 2017. Cabe destacar el incremento del 14,19% en Utiel-Requena con respecto al ejercicio anterior.
En términos de impacto económico, el precio medio de la visita estándar se sitúa ligeramente por encima de la media nacional (8,38 euros) en ambos casos: Alicante registra un precio medio de 9,71 euros y Utiel-Requena de 8,42 euros. En cuanto al gasto medio por visitante en tienda, la ruta de Utiel-Requena presenta una media de 17,73 euros y Alicante de 19,90 euros, superando esta última en 1,63 euros el gasto medio nacional (18,27 euros).
Gisbert ha destacado que “el turista motivado por el enoturismo es de los más rentables, motivados y sostenibles”. Así, según el Informe de demanda turística Rutas del Vino de España, el gasto en destino del enoturista se sitúa en 156,63 euros al día, cifra muy superior a la media del turista nacional (53 euros) y a la media del gasto del turista internacional, (146 euros).
Josep Gisbert ha resaltado “el potencial que presenta este producto en la Comunitat Valenciana, que contribuye al desarrollo socioeconómico del territorio generando riqueza en las zonas vitivinícolas”. “El enoturismo aporta desestacionalización y sostenibilidad al turismo poniendo en valor recursos endógenos, la cultura local y el respeto al medio ambiente y reforzando la marca con señas identitarias”, ha añadido.