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La exposición consta de más de 400 piezas que muestran la alfarería de uso doméstico tradicional.

Culo con culo, costao con costao, lo meto enjuto y lo saco mojao”. Se trata de una antigua adivinanza; es el cántaro.

Desde el siglo XVI los utensilios de barro para cocinar se fabricaban en el barrio de las Ollerías de Requena, de ahí su nombre.

Desde Alacuás llegaban los pucheros de un asa y pico. Cántaros, lebrillos y orzas llegaban a la zona desde Chiva, como los botijos vidriados, los blancos llegaban desde la localidad alicantina de Agost y las tinajas, fundamentalmente de Utiel.

Requena, (23/09/20). Redacción.

Se trata de una exposición que organiza el Museo Municipal de Requena y la Asociación Cantares Viejos  y que patrocina L’ETNO Museu Valencià d’Etnologia de la Diputación de Valencia. Se exhibirán piezas de los fondos del propio Museo Municipal de Requena y de colecciones particulares,  con lo que se pretende dar a conocer objetos de alfarería de uso doméstico en nuestra comarca, de elaboración artesana y que dejaron de utilizarse a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.

En esta muestra conoceremos con qué materiales se producían, dónde y para qué se empleaban dentro de la vida cuotidiana de la sociedad de épocas precedentes a la modernidad en la que vivimos.

La exposición cuenta con más de 400 piezas de alfarería de uso doméstico tradicional relacionadas con la cocina y el almacenamiento y transporte del agua, entre ellas, las tradicionales orzas, pucheros de barro para hacer la comida junto a la lumbre, cazuelas de barro también. Para el agua, cántaros y botijos, lebrillos y, claro está, para el vino, las tinajas. En Requena, el barro se extraía de la zona de Conejeros, en dirección a Chera, y para que tuviera el aspecto rojizo se sacaba la tierra del Barranco Rubio. Para hacer el vidreado se traía un producto desde Linares.

Paulatinamente estos objetos fueron sustituidos por otros de producción industrial que se adaptan mejor a las formas y el estilo de vida de una sociedad de consumo. De este modo, el espectador podrá familiarizarse con las maneras de utilización de estos objetos que, debido a la pérdida de modos de vida tradicionales, pueden resultarle chocantes.

Además, se pretende dar el reconocimiento patrimonial que tan bellos objetos merecen. Estas piezas, la mayoría de las cuales han dejado de producirse, suponen un importante elemento para la memoria colectiva de nuestra comunidad, que tan familiarizada estaba con éstas en el pasado.

Acercando este extenso patrimonio etnológico a los visitantes de hoy en día se quiere fomentar un mayor aprecio hacia estos cacharros, los cuales merecen nuestra consideración. Así, podremos evitar que caigan en el olvido de las futuras generaciones y se desechen vasijas que tanta importancia tenían para nuestros antepasados y que forman parte de nuestra cultura material.

La exposición estará abierta al público hasta el 29 de noviembre todos los fines de semana en horario: viernes de 17 a 20 hrs, sábado de 10’30 a 14 y de 17 a 20 hrs. y domingos de 10’30 a 14 h.

ESCUCHAR a FERMÍN PARDO, CRONISTA OFICIAL DE REQUENA y COMISARIO de la EXPOSICIÓN JUNTO a MARC PEÑA:

Comparte: “Tente cantarete tente. La cacharrería de fuego y agua en la Meseta de Requena-Utiel”, así se denomina la exposición que se inaugura este viernes en Requena