lunes, 6 enero
La Comunidad Cristiana decidió hacer frente a la situación precaria de la ermita para acometer su restauración, solicitando ayuda económica tanto a la Fundación Ciudad de Requena como a los fondos europeos LEADER .
Requena (06/01/25) Comunidad Cristiana de Requena
SAN JULIÁN Y SU ERMITA
Este domingo 5 de enero se celebró la fiesta de San Julián, nombrado copatrono de la ciudad de Requena en 1641, tras los acontecimientos que refiere la tradición sobre que el 7 de enero de 1468 en lo más recio de una batalla, «vino S. Julián Mártir y Conde en favor de los requenenses»
Su ermita se encuentra ubicada en la Cuesta de Carnicerías. Una ermita que ha sufrido varias modificaciones a lo largo del tiempo. El actual edificio es de 1927. La situación en la que se encontraba era lamentable e impedía, por supuesto, su acceso y la veneración a San Julián, santo muy querido, especialmente entre los vecinos del barrio de La Villa.
Por ello, la Comunidad Cristiana de Requena decidió hacer frente a la situación precaria de la ermita y solicitó ayuda tanto a la Fundación Ciudad de Requena, que ha aportado 32.034,56 €, como a los fondos europeos LEADER, que han aportado 40.000€ de una inversión total que ha ascendido a 72.034,56 €, una cantidad que no hubiésemos podido afrontar nosotros solos.
Tras la aprobación de ambas ayudas, comenzaron las obras de restauración de la ermita. En una primera fase se ha consolidado la fachada, para después hacer mejoras en el interior, reconstruir las bóvedas y recuperar la antigua cúpula interior, así como el cambio de un pavimiento de barro en sustitución de uno anterior de mármol que constantemente se levantaba a causa de la humedad.
Ayer domingo se reinauguró este edificio emblemático para la ciudad y para nuestra Comunidad cristiana y que entronca con las raíces cristianas de nuestra ciudad.
Que San Julián, junto con San Nicolás y la Virgen de los Dolores, siga intercediendo por los requenenses, especialmente en las contiendas de la vida diaria; que en todo busquemos lo que es justo y noble, pero ante todo seamos constructores de Paz.