martes, 11 marzo
PSOE REQUENA
¡Que juzguen los requenenses! Así finalizaba el PP la última nota de prensa referente al asunto de las obras de la zona centro de la ciudad y el doble sentido de circulación. Quizás sea oportuno advertir al actual equipo de gobierno, la irresponsabilidad que están cometiendo al menospreciar la inteligencia de los ciudadanos. No sabemos cuánto tiempo se dilatarán sus reiteradas excusas, el mirar a otro lado y responsabilizar al PSOE de todos los problemas de la humanidad.
Es evidente que todos los vecinos estamos mostrando un gran hartazgo con la cantinela de siempre. Es un mecanismo de autodefensa que debido a su continuo empleo vislumbra su caducidad y desgaste. La ciudadanía ya “juzgó” a mediados del año 2011 a través de las urnas, y es ahora cuando deben ser ellos los “juzgados”.
En el presente caso, se insiste, que los defectos y el deterioro pueden ser atribuibles a la constructora, sin perjuicio de otras concausas que puedan haber coadyuvado a la producción de tal deterioro. Si no fuese posible concretar el “quantum” de responsabilidad que le es atribuible a cada interviniente en el proceso constructivo, se debería establecer una responsabilidad solidaria (constructora, dirección de obra y redactor del proyecto). Debe quedar claro que el PSOE, por mucho que insistan en desdibujar la realidad e incluso mentir literalmente, no es responsable de la ejecución de la obra.
Deberíamos aclarar que históricamente el empedrado tradicional correctamente ejecutado, nunca ha mostrado ningún tipo de deficiencia al paso del tiempo siendo propio de los barrios históricos. El empleo de dicho pavimento figuraba en las bases del concurso, para así preservar la continuidad del Plan Especial de protección de la Villa en sus zonas contiguas.
El urbanismo y la arquitectura contienen esa dosis humanística, donde la estética cobra un protagonismo esencial, para propiciar las mejorías de las relaciones comerciales y la recuperación del patrimonio cultural como recurso turístico.
El material elegido atenta sobre el anterior proyecto de integración de los viales de rodadura y peatonales, provocando una “ensalada” de tipologías de pavimentos. La estética inherente del adoquinado, su reminiscencia con el pasado, la sensación de estar en un pueblo… quedará relegada por la sensación de una carretera de dos carriles en mitad del centro histórico.
Hagamos una visita a pie de obra, para cerciorarnos de la peligrosidad que entraña el cruce de la Calle Poeta Herrero y la Plaza del Portal en dirección a la Fuente de los Patos. Obligados a introducir la curvatura de giro para la incorporación de vehículos al tramo de doble sentido desde Poeta Herrero, han reducido significativamente el ancho de acera a unos escasos centímetros. Nuestra conciencia nos obliga a advertir de dicha imprudencia, necesitamos no ser partícipes por omisión de ninguna desgracia. Pongamos el ejemplo de una madre paseando por la acera con el carrito de su hijo y una furgoneta de reparto tomando la curva cerrada con el afán de “atajar” para llegar a la Avenida Arrabal…
Imagen reducción acera Plaza del Portal con Calle Poeta Herrero.
Actualmente, el tramo estrecho de la Calle Constitución tiene una anchura de vial de 4,40 m, la nueva intervención del tramo de la Calle el Peso dispondrá de 5,20 m (la anchura recomendada para una cómoda y segura circulación si existen dos carriles en sentido contrario, debe llegar a los 2,75 o 3 metros por cada uno de ellos).
Sin duda, la Calle Constitución supone un problema de seguridad por el elevado tráfico, provocando un importante riesgo para los viandantes. La subsanación de ese conflicto requiere una solución de gruesa complejidad urbanística (expropiaciones costosas, circunvalaciones periféricas de salida hacia la zona este de Requena…). El grupo popular está cometiendo la osadía de transformar un problema en dos.
En un concurso de ideas no se contrata únicamente un proyecto, sino también el conocimiento multidisciplinar del equipo ganador, normalmente integrado por sociólogos, paisajistas, arquitectos, urbanistas…, es decir, se remunera la mejor solución para un determinado problema (independientemente que haya existido una pésima ejecución de la obra).
Obviamente entendemos que les genere cierta reticencia todo proceso democrático de elección de trabajos y propuestas. El PP lleva heredado en su ADN la imposición y las adjudicaciones “a dedo”, no cabe duda que tienen buenos maestros en el gobierno autonómico y central.
Estos días, en un acelerado ejercicio de limpieza de imagen y conciencia, el PP autonómico está invitando a sus alcaldes imputados a dejar temporalmente sus cargos públicos. Pensemos si beneficia a Requena, a nivel de imagen y reputación, tener un alcalde imputado por delitos de prevaricación, falsedad documental y amenazas. En política “no basta con ser inocente”.
Cuando el PP de forma sistemática emite falsedades, se desvanece la percepción de la realidad y padecen la sensación del “kamikaze”, creyendo que los demás somos los que vamos en dirección contraria. El PSOE todavía está esperando que se retracten de las graves acusaciones vertidas en diferentes temas como la limpieza de edificios públicos, la entrega prematura de la fianza de la obra del centro de la ciudad, la afirmación en Pleno Municipal de que dichas obras estaban en su programa…, el listado de mentiras deberíamos recopilarlo en otra nota de prensa “ex profeso”.
En definitiva, la animadversión política no debe impedir al PP de Requena ser objetivo y reconocer que el tejido urbanístico del centro de la ciudad funcionaba correctamente, a pesar de la obvia necesidad de repavimentar el adoquinado. Ese ansia de perjudicar nuestras gestiones anteriores es un daño para los ciudadanos de Requena, no para el PSOE.