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El ministro de Sanidad, Salvador Illa cree que «probablemente» es una medida que tendrá que tomar; la OMS estudia seguir el ejemplo asiático y recomendar el uso de protección a toda la ciudadanía, como ha hecho este viernes EE UU, ante el contagio asintomático del virus.
Requena (04/04/20) Fuente RTVE.es
El uso o no de mascarillas es uno de los temas que más confusión está generando en la población durante la crisis del coronavirus, abriéndose un auténtico debate sobre quiénes y cómo deben utilizarse. Esto también se ha visto reflejado en las medidas adoptadas por las autoridades, que han hecho patentes dichas discrepancias.
Preguntado por el uso generalizado de mascarillas para toda la población, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado esta misma tarde que «probablemente es una de las medidas que vamos a recomendar, pero no quiero anticipar nada hasta que lo tengamos decidido y lo podamos comunicar». Y es que, ante la existencia de pacientes asintomáticos y a falta de test masivos de detección, una de las mejores formas de frenar la curva es protegernos.
Horas antes, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, había sugerido que la población española debería ir acostumbrándose a usar equipos de protección personal -como las mascarillas- en la medida en que estén disponibles para todo el mundo, poniendo el ejemplo de cómo gestionan epidemias de gripe sociedades como la japonesa.
La Generalitat de Cataluña se ha anticipado a la decisión que pueda tomar Sanidad y ha cambiado ya sus recomendaciones sobre el uso de las mascarillas. En un documento publicado de Protección Civil sobre las preguntas y respuestas más comunes sobre la pandemia, aconseja «llevar la nariz y la boca tapadas (mascarilla o similar)» cuando se salga a la compra.
En España, hay más de 117.000 contagios y más de 11.000 fallecidos con coronavirus, siendo Madrid, con más de 34.000 casos y Cataluña, con más de 23.000 infectados, las regiones que más afectados tienen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha modificado en las últimas horas su criterio respecto al uso de las mascarillas. En rueda de prensa, un portavoz de esta institución ha indicado que, aunque las mascarillas homologadas deben ser destinadas de manera prioritaria a los profesionales sanitarios, podría ser recomendable que el resto de la población utilizara mascarillas de elaboración casera o, en su defecto, cualquier tipo de elemento que cubra la boca para reducir la expansión del coronavirus.
Hasta el momento la OMS había indicado siempre que solo debían utilizar mascarilla aquellas personas que tuvieran síntomas de la enfermedad, así como tos o estornudos. En el caso de estar sano, «solo necesitará usarla si está cuidando a una persona que se tenga sospecha de que está contagiada».
El organismo advierte, además, que las mascarillas solo son efectivas cuando se combinan «con la limpieza frecuente de manos con un desinfectante a base de alcohol o agua y jabón» antes, durante y después de su uso. La OMS especifica, además, que las mascarillas deben cubrir correctamente la boca y nariz sin que haya huecos. También, explica que hay que evitar tocarse la cara mientras se usa la mascarilla y que deben reemplazarse tan pronto como esté húmeda. En cuanto a la manera de desecharlas, la institución recuerda que no deben reutilizarse en ningún caso, que al retirarla no se debe tocar la parte frontal y que hay que depositarlas en un contenedor cerrado.
Al mismo tiempo, la OMS enfatiza la importancia del «uso racional y apropiado» de todos los Equipos de Protección Individual (EPI), no solo las mascarillas, sino también de otros suministros e instalaciones. Por ello, pone el foco de atención en reforzar otras medidas de contención del virus como la distancia de seguridad entre personas de entre uno y dos metros, evitar las aglomeraciones y mantener la higiene de las manos y los espacios.
Hasta ahora, y la espera de que, como ha anunciado Illa, se comuniquen otras medidas, las directrices proporcionadas por el Ministerio de Sanidad de España sobre el uso de la mascarilla son muy similares a las que venía defendiendo hasta el momento la OMS. Se hace hincapié en su utilización cuando se tiene tos, fiebre, falta de aire o «infección por coronavirus». Además, se aconseja su uso, tanto para pacientes como para trabajadores que cuiden a una persona con infección o sospechosa de tenerla a una distancia menor de un metro.
Sanidad señala que no seguir las recomendaciones y el «uso incorrecto de mascarillas puede generar más riesgo» debido a una falsa sensación de seguridad y un mayor contacto entre manos, boca y ojos a la hora de poner y retirarla. Por ello, pide que se haga un «uso responsable y adecuado» para «no contribuir al desabastecimiento» y que quiénes sí las necesitan puedan utilizarlas en el futuro.
En cuanto al tipo de mascarillas que se deben utilizar, recomienda para el personal sanitario que «utilice mascarillas auto filtrante FFP2 o FFP3 si hay disponibilidad».
A pesar de las indicaciones que hasta este viernes venía dando la OMS, el uso de mascarillas en lugares públicos se ha hecho obligatorio en algunos países como por ejemplo Israel, República Checa y Eslovaquia. Austria, por su parte, limita la obligación al momento de realizar las compras y Eslovenia a espacios públicos cerrados.
De esta manera, estos territorios adoptan medidas seguidas en China, país origen del coronavirus con más de 80.000 casos y más de 3.000 muertes, donde el uso de mascarillas, especialmente en lugares públicos, está totalmente extendido por temor a la propagación del virus a través de asintomáticos.
En cuanto a Estados Unidos, país más afectado hasta ahora por la pandemia con más de 200.000 casos y más de 6.000 muertes, también se ha abierto el debate sobre si extender el uso de mascarillas a toda la población o no. Por ahora, el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EE.UU. (CDC, en sus siglas en inglés) mantiene la recomendación de utilizarse solo si se está enfermo o en contacto con un contagiado, ya que, según advierte en su página web, «es probable que las mascarillas escaseen y se deben reservar para los cuidadores».
El presidente Donald Trump también se ha pronunciado al respecto al recomendar el uso de bufandas en vez de mascarillas para cubrirse en público y evitar así la propagación y el desabastecimiento de equipos de protección.
A este respecto las directrices de Italia, uno de los países más afectados en Europa con más de 115.000 casos y casi 14.000 muertes, son muy clara. Sus autoridades advierten que «no es útil usar múltiples mascarillas superpuestas» ni elementos caseros (por ejemplo, bufandas, pañuelos, gasas o mascarillas de algodón). Esto se debe a que, según recoge el Ministerio de Sanidad del país, estos elementos «no son dispositivos de protección» y se desconoce su eficacia real.
