domingo, 17 agosto
El encanto de este lugar lleva a situarlo como uno de los restaurantes con más reclamo turístico de la localidad, ahora con su distinción dentro del mayor referente gastronómico a nivel mundial como es esta Guía
Laura Sánchez- Revista Local
Recientemente, el Restaurante Pinea de Ayora ha sido condecorado con un espacio dentro de la Guía Michelin, lo que ha supuesto un orgullo a la localidad y a sus dueños, Kiko y Elisabeth.
La prestigiosa Guía tilda Pinea, entre otros aspectos, como “Un coqueto restaurante de ambiente nórdico que apuesta por una culinaria fresca y de tinte regional, no exenta de interesantes toques actuales y viajeros, que suele estar muy atenta a los productos de cada estación”.
Quizá la esencia de su éxito sea que Kiko, dentro de la cocina, y Elisabeth, como jefa de sala, trabajen con mimo los productos, muchos de ellos recolectados por ellos mismos y también con la especialidad en arroces que contempla su carta, como secos, melosos, rossejat, y también la variante manchega con el gazpacho.
“Solo llamar la atención de los inspectores y que vengan a probar ya es un logro”, es algo que resaltan entusiasmados cuando Revista Local conversa con ellos por este reconocimiento.
LA DISTINCIÓN DE PINEA
Al ser preguntados, inciden en que su diferenciación busca mucho más que calidad en la comida. Nos cuentan que su labor es un trabajo constante de cambios habituales de menú, importancia a la temporalidad de los ingredientes, la atención al detalle y el emplatado, siempre intentando mejorar “para que el cliente se sienta a gusto en nuestra casa”, como aseguran.
De alguna forma, Pinea le ha dado un nuevo sentido a la riqueza gastronómica: “El lujo ya no es caviar, es poder vivir cerca de la naturaleza y tener los recursos frescos que acercamos a nuestros clientes con tiempo y conocimiento” dejando ver el delicado trabajo de los capitanes de este lugar.
Como asegura Eli, el restaurante abrió bajo un concepto de recolección y artesanía que a día de hoy ha ido creciendo. Es de los pocos restaurantes que, poco a poco, introduce piezas de vajilla elaboradas artesanalmente y que van tejiendo la estructura del restaurante.
Esta distinción eleva de alguna forma el interés turístico de Ayora, convirtiendo Pinea en parada obligatoria para la mejor experiencia del paladar.