martes, 11 marzo
Sinarcas (11/03/25)- Jose Monterde y Raúl Sánchez – Serrano, coordinadores del proyecto MONAU de cajas nido de la SVO (Societat Valenciana d’Ornitologia)
Durante la última semana de febrero de 2025, varios integrantes del proyecto MONAU de cajas nido de la SVO (Societat Valenciana d’Ornitologia), revisaron y limpiaron todas las cajas nido que tienen colocadas en diferentes zonas forestales del término municipal de Sinarcas y Utiel.
Esta actividad consiste en bajar las cajas, inspeccionar qué ha pasado en cada una de ellas, recoger toda la información y limpiarlas de cara a la nueva temporada de reproducción que comienza a primeros de abril.
Los datos que se recopilan son importantes para saber o entender lo que les sucede a nuestras aves forestales, unas aves insectívoras esenciales para el control de plagas como puede ser la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) entre muchas otras.
En estas jornadas de campo se puede observar si los nidos han sido predados, si ha habido éxito en la eclosión de los huevos, si los pollos han volado, si se han utilizado como refugio de invierno, e incluso si se puede, determinar que especies las han utilizado estos refugios.
La importancia de dejar las cajas vacías:
Una vez revisada y anotada toda la información, se quita el material/nido y se dejan de nuevo vacías y preparadas para la siguiente temporada de cría.
Las aves que utilizan estas cajas nunca reutilizan el mismo nido, vuelven a hacer un nido nuevo encima del que ya tenían. El material viejo del año anterior puede contener ácaros u otros parásitos que perjudiquen a la siguiente pollada, además, el que construyan un nido sobre otro también puede hacer que la caja en 2 años o 3 temporadas se quede sin espacio para colocar un nuevo nido sobre los anteriores, por lo tanto, esas son las principales razones por la cual se vacía de material cada caja, higiene y capacidad. Terminado todo este procedimiento, se vuelve a colocar donde estaba.
Resultados de la temporada 2024
A lo largo de estos últimos años, la SVO ha colocado 132 cajas en 4 zonas de Sinarcas (Cerro Carpio, La Muela, Arboretum y La Toba) y una de Utiel (La Torre).
Después de hacer la revisión y limpieza han determinado que, en 2024, un total de 76 cajas han sido utilizadas, o lo que es lo mismo, un 58% de la totalidad, el mayor porcentaje de ocupación de los 5 años de seguimiento en esta área comarcal.
El número de especies de aves identificadas con certeza que han ocupado las cajas nido han sido 6:
* Carbonero común (Parus major)
* Carbonero garrapinos (Periparus ater)
* Petirrojo europeo (Erithacus rubecula)
* Chochín paleártico (Troglodytes troglodytes)
* Agateador europeo (Certhia brachydactyla)
* Gorrión común (Passer domesticus)
Probablemente también hayan ocupado los nidales los herrerillos capuchinos (Lophophanes cristatus) y herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus), especies observadas directamente años anteriores en la época de reproducción. En 2024 únicamente se han analizado rastros, por lo que en ocasiones es imposible determinar la especie con seguridad.
Han realizado aporte de material pero sin llegar a terminar el nido un total de 26 cajas. Esto puede ser debido a varios motivos, como que uno los miembros de la pareja ha fallecido, que el macho había iniciado varios nidos hasta que se ha decidido por uno o que un macho ha expulsado por cercanía a otro macho de su zona.
El resto de cajas estaban vacías, pero muchas con excrementos de ave, señal de que las han utilizado para refugiarse en el invierno. También las utilizan avispas papeleras o alfareras, chinches, arañas, hormigas, e incluso pequeños mamíferos como el lirón careto, depredador en ocasiones de los pollos que albergan estas cajas nido.
Asimismo, se han encontrado algunas cajas con el agujero de entrada agrandado por pájaros carpinteros, probablemente pico picapinos (Dendrocopos major) o pito real ibérico (Picus sharpei), que también predan en ocasiones este tipo de cajas.
Algunas reflexiones:
Colocar cajas nido especialmente en bosques no maduros es una medida directa de conservación, ya que las aves insectívoras que utilizan estas cajas, carecen en muchas ocasiones de oquedades naturales en nuestras zonas forestales.
Los agujeros naturales donde realizan sus nidos suelen aparecer en árboles viejos y de algunas especies que ya escasean en nuestros bosques. En la actualidad, el monte se ha convertido en un “monocultivo” de aprovechamiento forestal de pinos, por lo que es necesario brindarles estos espacios para que se puedan reproducir, ya que como hemos dicho anteriormente estas aves insectívoras son muy beneficiosas para nosotros como controladoras de plagas, tanto forestales como agrícolas.
Además, las cajas nido no sirven sólo para que las aves nidifiquen, las usan muchas otras especies como alojamiento o para protegerse en invierno.
La Societat Valenciana d’Ornitologia lleva más de 30 años con este tipo de actividades, algo que han acentuado los últimos 5 años dentro de su proyecto MONAU.