viernes, 25 octubre
LA UNIÓ de Llauradors denuncia que la política de “low cost” que pretenden imponer algunos operadores comerciales en el mercado del vino arruina a los productores de la Comunitat Valenciana con unos precios que no se corresponden con lo que sería deseable.
A juicio de LA UNIÓ en lugar de consolidar la posición de mercado de la campaña pasada, con más calidad y menos cantidad pero más rentabilidad, lo que se pretende por parte de algunos operadores comerciales es volver a inundar el mercado mundial con vinos baratos que generan únicamente beneficio a los especuladores de siempre.
LA UNIÓ indica que argumentan una supuesta sobreproducción para bajar los precios cuando en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana nos encontramos ante una campaña normal que es además inferior en un 11% a la de la media de las últimas seis. “La superproducción es un invento interesado por parte de algunos pues los datos oficiales demuestran que en el conjunto de La Unión Europea la producción es prácticamente la misma de la media de las últimas siete campañas y fuera de la UE, Chile y Argentina, tendrán una cosecha baja por las heladas. La amenaza de una superproducción mundial y el consiguiente colapso del comercio es una falacia y únicamente obedece a una estrategia para hacer bajar los precios”, señala Luis Javier Navarro, miembro de la Comisión Ejecutiva de LA UNIÓ.
El problema es que esa excusa del exceso de producción sí que ha influido en los precios en origen que perciben los productores. Durante los últimos meses del año 2012 y primeros meses de 2013, hasta marzo aproximadamente, los precios eran similares en la Comunitat Valenciana a los del resto de España. Sin embargo a partir de abril se observa que nuestros precios tienen una tendencia distinta. Mientras en el resto del Estado los precios continúan subiendo, aquí empiezan a bajar o se mantienen estables, pero ya con valores que son inferiores. Por ejemplo en agosto, a un mes del inicio masivo de la vendimia, los precios de la Comunitat Valenciana ya suponían menos de la mitad que en el resto de comunidades autónomas cuando aún no se hablaba de esa supuesta superproducción.
Según Navarro “los industriales saben muy bien cumplir con su papel y si en vendimia crean sensación en el mercado de abundancia los precios bajan y como se vendimia una vez por año algunos aprovechan para comprar uva más barata y así se abastecen de materia prima para todo el año”. Pero tampoco se escapan de esas críticas “algunas cooperativas que piensan que como los agricultores que venden la uva a la industria la van a cobrar barata, ellos luego en la cooperativa tendrán un margen mayor para justificar su gestión y su liquidación posterior a los socios, olvidando que el que compra barato lo puede vender barato sin arruinarse y que al final esos industriales harán una competencia feroz a las cooperativas al haber obtenido la materia prima a precios de saldo”.