miércoles, 19 abril
Requena, 19 de abril de 2017.
AVA ASAJA
La tormenta de pedrisco que descargó con virulencia durante la tarde del martes sobre una amplia franja de terreno en la comarca de Utiel-Requena ha causado graves daños en los cultivos de la viña –muy especialmente- y –en menor medida- de la almendra y del trigo. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima, en una primera valoración, que la cuantía de los perjuicios ocasionados por la piedra asciende a unos 11 millones de euros. La granizada descargó con intensidad a lo largo y ancho de una superficie de 10.000 hectáreas de Utiel-Requena. Las zonas de Campo Arcís, Los Duques, Las Casas, Los Corrales, Los Pontones y Caudete de las Fuentes se encuentran entre las más afectadas.
El viñedo es, con diferencia, el cultivo que se ha llevado la peor parte, con grados de afección que en algunas explotaciones llegan hasta el 80% de la cosecha. En estos momentos, estaban brotando las primeras yemas de las cepas y la pérdida de las mismas por los efectos del pedrisco implica una sustancial reducción de la futura cosecha, ya que los llamados conos secundarios, característicos de la segunda fase de la brotación, producen una cantidad de uva sensiblemente inferior. Del total de las 10.000 hectáreas afectadas por la tormenta de piedra, alrededor de 9.000 corresponden al viñedo, lo que permite estimar el coste de las pérdidas económicas en torno a los 10,8 millones de euros.
Almendro y trigo se reparten el resto de esa superficie total de 10.000 hectáreas y de los daños globales de unos 11 millones que conforman el desolador balance de esta última y violenta granizada. En el caso del almendro, el temporal ha tirado al suelo parte del fruto que estaba iniciando el periodo de cuajado, mientras que en trigo ha causado destrozos en parte de las espigas que comenzaban a crecer.
Reducción de las ayudas
Esta pésima noticia coincide en el tiempo con el anuncio efectuado hoy en Valencia por los responsables de Enesa –la entidad pública dependiente del Ministerio de Agricultura que diseña y gestiona los seguros agrarios– de que el nuevo plan de seguros para 2017 incluye un recorte de 10 puntos en la subvención base de todas las líneas y en todos los cultivos, una decisión que se traducirá en un encarecimiento medio de las pólizas superior al 20%. De este modo se confirman los peores augurios, ya que el Gobierno, y pese a las reiteradas peticiones formuladas por AVA-ASAJA, no ha modificado el borrador de su programa de seguros para este año en el que ya se recogía su voluntad de rebajar el apoyo a la contratación de esta herramienta fundamental para los agricultores, tal como denunció esta organización agraria el pasado mes de octubre.
“Lamentablemente, -apunta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- el Gobierno ha hecho oídos sordos a nuestras reclamaciones, y va a llevar a cabo una reducción de las ayudas que tendrá consecuencias muy negativas para el sector agrario porque va a dificultar extraordinariamente que miles de agricultores pueda asegurar sus cosechas. Al Gobierno le ha faltado sensibilidad en este tema y parece no entender que somos un sector descapitalizado y en crisis”.
Además, el máximo responsable de AVA-ASAJA señala al respecto que esta decisión va a tener “un efecto desincentivador de primer orden a la hora de contratar el seguro” y recuerda que el recorte llevado a cabo en 2013 sobre esta misma partida supuso que el número de pólizas suscritas en el viñedo bajase entonces un 60%, mientras que la caída en cítricos fue del 30%.
LA UNIÓ de Llauradors
19 de abril de 2017.- Una nueva tormenta de agua y pedrisco afectó ayer a parte de Requena- Utiel y causó daños en algunas zonas que se suman a la que ya se produjo el lunes por la tarde en la misma comarca y a las heladas de marzo, según informa LA UNIÓ de Llauradors. LA UNIÓ insta al Ministerio de Agricultura y al de Hacienda a que tengan en cuenta todos estos daños a la hora de elaborar la Orden de reducción de módulos fiscales cuya publicación se espera pronto.
La tormenta de ayer se ubicó fundamentalmente en la zona noroeste de la comarca y se localizó con mayor intensidad en las pedanías de Utiel de Las Casas, Los Corrales, Las Cuevas y La Torre y en Caudete de Las Fuentes. En total LA UNIÓ estima que la zona más dañada ocupa una superficie aproximada entre 700 y 900 hectáreas, principalmente de viña y en menor medida de almendro y olivo.
La viña afectada, que se encuentra en los estados fenológicos E y F, tendrá una afección que variará entre el 40 y el 75% según la orientación de las parcelas y que llegará a unas pérdidas de unos 500.000 euros de daño directo en esta campaña, aunque también se está a la espera de ver su evolución para ver si ha afectado a la madera de cara a la próxima.
Preocupa la evolución de la variedad Bobal, ya que es frecuente que las nuevas brotaciones muevan a madera en lugar de producir uva. También existe cierto temor a que el exceso de humedad favorezca la aparición de hongos que incrementen los costes de producción. Pero sin duda lo que más preocupa a los viticultores es que con el descenso de las temperaturas se produzca la temible marchitez fisiológica de la Bobal que, aunque ya contemplada en el seguro agrario, provocaría graves pérdidas económicas en los agricultores de la comarca.
Respecto a la almendra, que ya se vio afectada por las heladas del pasado mes de marzo con unas pérdidas cuantificadas por LA UNIÓ en más de 1,5 millones de €, es el segundo cultivo más afectado y aunque los daños no serán ni mucho menos tan importantes como la helada de hace un mes, sí que han provocado en algunas parcelas la pérdida de más del 70% de la almendra que se encontraba en fase de engorde.
Por lo que se refiere al olivo, igual que con el almendro, los daños han sido inapreciables debido a la inexistencia de frutos en campo.
A pesar de todas estas circunstancias, y en líneas generales, LA UNIÓ considera que las lluvias, aunque repartidas desigualmente en la comarca, serán bastante beneficiosas para el resto de las zonas no afectadas por el pedrisco y también para otros cultivos. En este sentido los cereales se verán muy beneficiados por las lluvias ya que al no tener aún la espiga formada no se han visto afectados por el pedrisco.
En el resto de comarcas de la Comunitat Valenciana no existe constancia de daños generalizados por el pedrisco y las lluvias, escasas en cantidad, han sido bien recibidas en el campo por los agricultores.