martes, 20 julio
Raquel Cáceres Fernández, profesional en varios ámbitos de la actividad física con pilates y yoga como piedras angulares en su trayectora, apuesta ahora por el baile, ámbito que quiere recuperar tras dos años con una pandemia entre medias
Ayora (20/07/2021) – Laura Sánchez Benejama
Lo que mucha gente ha experimentado durante este último año abre un amplio abanico entre vuelcos personales y laborales. Nos hemos cansado de ver en las noticias bares que cerraban, tiendas locales que no podían mantenerse y en general, negocios al límite de sus posibilidades. Por el contrario, también ha habido profesionales que han sabido emerger del caos y que han convertido del problema, una oportunidad, y también una lección de aprendizaje. Y ese es el caso de Raquel Cáceres y su construcción artística “Los pasos de Raquel”.
A finales de primavera, la monitora anunciaba, a través de su cuenta de Instagram, que se ponía en marcha para crear un grupo de baile al aire libre para este verano. Lo que ese anuncio escondía es que la profesora llevaba casi dos años sin dar clases de baile.
Esta profesional, enseguida tuvo la intención de ampliar su horizonte, y como dice ella “Crear un grupo para darle forma al cuerpo con mis ideas”. Y así fue, tal y como nos cuenta, se da cita con sus alumnos y alumnas una vez a la semana para practicar y coreografiar lo que quiere expresar.
Indagando en sus inicios y lo que he ha llevado al presente, Raquel afirma que siempre se ha dedicado al baile, y en torno a los últimos años, con grupos divididos y un local arrendado en la localidad de Ayora. Asegura que, aunque de forma general tiene miedo de proponerse algo y que no se lleve a cabo, esta vez “me lío la manta a la cabeza, y me lanzo”, tal y como cuenta ella.
SU PRAGMÁTICA TRAYECTORIA LABORAL
Situándonos en el contexto, es necesario destacar la titulación de Raquel. Ella es Técnica en Animación de Actividades Físicas y Deportivas, Monitora de Pilates, Instructora de Hatha Yoga, y Monitora de Musculación y Fitness. Además es profesora de jazz, funki, y hip hop, posee la formación de pilates para embarazadas, yoga para embarazadas, postparto y porteo. El último peldaño hasta la fecha es que se ha matriculado en un curso de coaching deportivo, ya que afirma que ahora mismo la parte psíquica es más importante incluso que la física.
Sus inicios en el terreno laboral empezaron poco a poco, trabajando con tan solo una persona rutinas de entrenamiento personalizado. Una vez se corrió la voz, Raquel empezó a formar pequeños grupos con los que iría marcando su terreno y formando “Los pasos de Raquel”.
Algo que también destaca, por otra parte, es que trabajar de cara al público le hizo centrarse de lleno en las clases y prácticas más derivadas al yoga y pilates, por lo que el baile pasó a segundo plano, hasta hoy.
EL CAMBIO POR LA PANDEMIA
Como millones de personas durante el comiezo de la Covid-19, Raquel tuvo que cerrar su negocio. Afirma que su intención, de primeras, era mantenerlo hasta que acabara el confinamiento, que no apuntaba a ser mucho tiempo. Sin embargo, este se alargaba, lo que llevó a esta monitora a tener que cerrar el local que tenía arrendado al no poder sacarle el debido rendimiento.
Una vez encerrados en casa, comenzó las clases online, algo a lo que se encontraba reticente al no poder trabajar físicamente de lleno con los alumnos. “Pensaba que trabajar online se me iba a quedar corto a comparación de presencialmente. No iba a poder expresar el 100% de mi trabajo, que tiene mucho que ver con que soy muy afín a trabajar con las manos en contacto con los alumnos”.
RESULTADO POSITIVO
A pesar de las reticencias al nuevo método online al que se vio sometida durante el confinamiento, asegura que le ha encantado, y que ha descubierto una nueva forma de trabajar. Además, incluso ha hecho nuevos alumnos una vez empezada la pandemia: “He ganado alumnos que no conocía y han continuado conmigo. Hay que expandir la mente, porque se pueden hacer muchas cosas”.
Asimismo, sostiene que ahora valora más su tiempo libre ya que, antes del confinamiento, estaba llegando al límite laboral porque tenía muchas clases seguidas y apenas podía descansar: “Cuando llevas mucha carga de horas de trabajo, y por el motivo que sea, te toca parar, valoras el tiempo. Prefiero tener una hora más de tiempo libre para mí, más calidad de vida”.
Hablando del abandono del local, Raquel concreta que el resultado ha sido positivo. Actualmente se encuentra plena, ya que continua trabajando online de forma grupal y particular, y de la misma forma a domicilio, algo que le apasiona.
De cara a este nuevo curso, lo ideal para Raquel es lanzar grupo en zona común, un lugar neutro al que acudir a realizar las actividades. La técnica física asegura que de lo que quiere huir son las limitaciones, quiere continuar en este ritmo, y seguir haciendo lo que más le llena como profesional.