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  • La orientación de las filas del viñedo en dirección este-oeste: una posible estrategia para optimizar el uso del agua en escenarios de cambio climático

Requena (26/06/18) Fuente  Interempresas.net

I. Buesa1,2, D. Pérez1, A. Yeves1,2, F. Sanz1,2 y D.S. Intrigliolo1,2

1 Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, Unidad Asociada al CSIC ‘Riego en la agricultura mediterránea’

2 CSIC, Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura

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La intercepción de la radiación solar por el viñedo y las condiciones meteorológicas determinan los requerimientos hídricos de la vid. En climas mediterráneos donde el agua es escasa y bajo los escenarios de cambio climático predichos, reducir la cantidad de luz interceptada por el dosel vegetal podría mejorar el estado hídrico del viñedo. En este trabajo se comparó durante tres años la orientación de filas de espaldera en dirección norte-sur frente a este-oeste en dos variedades, una tinta (Bobal) y otra blanca (Verdejo). Los resultados evidenciaron que en ausencia de estrés hídrico, la orientación este-oeste redujo el uso del agua sin afectar al rendimiento ni a la composición de la uva. Por tanto, la orientación este-oeste del viñedo incrementó la productividad del agua en comparación a la norte-sur.
En viticultura, la modernización de los sistemas de riego y la mecanización está favoreciendo la expansión del sistema de conducción en “espaldera”. Es un sistema que requiere de una estructura vertical que soporte unos alambres a los que se enreda la vegetación formando hileras. Esto facilita la disposición ordenada de la vegetación y el menor auto-sombreado de las hojas, incrementando la fotosíntesis foliar (Poni et al. 2003). Además, la mayor aireación y exposición solar de los racimos favorece al estado sanitario de la uva y la uniformidad de su maduración. Por otra parte, la separación entre filas, los sistemas de conducción y el manejo de la vegetación condicionan en gran medida el consumo de agua (evapotranspiración) del viñedo (Baeza et al. 2010). Esto es debido a que los requerimientos hídricos de la vid están linealmente relacionados con la cantidad de radiación solar que intercepta (Williams y Ayars 2005). Es por ello que la orientación de las filas de espaldera, al determinar la intercepción de luz solar, puede influir sobre el estado hídrico del viñedo y por ende, sobre la productividad de las cepas (Intrieri et al. 1998).En el contexto vitícola español de escasez de recursos hídricos, la modernización de los sistemas de conducción ha de buscar minimizar el estrés hídrico del viñedo. Esto es de suma importancia, porque el estado hídrico del viñedo determina no sólo su productividad, sino la composición de la uva. Más aún, cuando las previsiones de cambio climático no son nada halagüeñas, pues para las zonas vitivinícolas de clima mediterráneo pronostican veranos más calurosos y con menor pluviometría (IPCC, 2014). Por ello, buscando adaptar el viñedo a estos escenarios de cambio climático, planteamos la estrategia de optimizar la eficiencia en el uso del agua en función de la orientación de las filas de espalderas.
Orientaciones del viñedo.
Por tanto, bajo la hipótesis de que los viñedos en espaldera con orientación en dirección este-oeste interceptan menos radiación que la norte-sur (Campos et al. 2017), este trabajo explora los efectos de la orientación de las filas del viñedo en el uso del agua y el rendimiento productivo de las cepas durante tres campañas. Adicionalmente, se estudian los efectos sobre la composición de mostos, puesto que uno de los motivos de la más habitual orientación norte-sur es el equilibrio de radiación que reciben los racimos por ambos lados.

Material y métodos

Parcela y diseño experimental

El ensayo se realizó de 2014 a 2016 en un viñedo en espaldera plantado en maceta ubicado en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, Valencia (39º35’N, 0º23’, 68 m.s.n.m.) con Vitis vinifera L. var. Bobal y Verdejo, ambas injertadas sobre patrón 110-R. Las cepas tenían tres años al inicio del experimento y su dosel vegetal ocupaba 2×2 m. Las macetas eran de 70 L y se ubicaron a un marco de 2,5 m x 2,0 m. El sistema de conducción del viñedo era de cordón Royat bilateral con 10 pulgares de 2 yemas por cepa. Cada cepa se regaba mediante 3 goteros por maceta y el sustrato estaba cubierto con plástico para minimizar la evaporación del agua. El riego aplicado buscaba satisfacer el 100% de las necesidades y provocar drenaje en los 5 riegos diarios. El viñedo se fertirrigó a razón de 30-20-60-7,5 unidades fertilizantes de N, P2O5, K2O, y MgO, respectivamente.

Los tratamientos estudiados fueron las orientaciones de espaldera: norte-sur (NS) y este-oeste (EO). Cada tratamiento constaba de 4 repeticiones de 5 cepas por variedad.

Drenajes realizados en la viña.

Determinaciones realizadas

El riego aplicado se midió mediante contadores volumétricos instalados en cada repetición. Los excesos de riego que drenaban de las macetas eran recogidos en unos depósitos. El estado hídrico de las cepas se controló mensualmente mediante una cámara de presión tipo ‘Scholander’.El vigor del viñedo se determinó mediante el peso de la madera de poda y estimando el área foliar total (AF) mediante relaciones alométricas con la longitud del sarmiento. La producción se pesó en todas las cepas, contando el número de racimos. En vendimia, se muestrearon 200 bayas por repetición para la determinación del peso medio de baya. En esta uva se analizó el contenido en sólidos solubles totales (SST), el pH y la acidez titulable (AT). Además, en la variedad tinta, se determinaron las concentraciones de polifenoles y antocianos mediante espectrofotometría.

Análisis estadístico

Se empleó el análisis de la varianza (ANOVA) para determinar el efecto del tratamiento sobre las diferentes parámetros estudiados, y el test de Duncan o la prueba de Kruskal-Wallis (p<0.05) para la separación de las medias.
Vendimia de la viña analizada.

Resultados y discusión

Durante los tres años de ensayo la radiación solar media del 1 abril al 31 de agosto fue muy constante (25 MJ m-2). La mayor intercepción de radiación de la orientación NS incrementó el peso de poda en la variedad Bobal, pero no en Verdejo (Tabla 1).

El estado hídrico de las cepas de ambas variedades a medio día se mostró en niveles de no estrés hídrico en ambos tratamientos (resultados no mostrados). No obstante, el tratamiento NS presentó niveles ligeramente más negativos (más estrés hídrico) en ambas variedades. El tratamiento EO redujo el uso del agua en comparación a la orientación NS (Tabla 1). Concretamente, esta reducción fue de media del 13% en Bobal y del 7% en Verdejo. Muy interesantemente, el menor uso del agua (transpiración) experimentado por la orientación EO, se correspondió con un 18% de reducción media relativa al área foliar en ambas variedades.

Tabla 1. Vigor de las cepas y uso del agua de las variedades Bobal y Verdejo plantadas en maceta en espalderas orientadas norte-sur (NS) y este-oeste (EO). Para cada parámetro, variedad y año, las letras diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05).
La producción del viñedo fue muy variable entre campañas y en general las diferentes orientaciones no provocaron diferencias productivas (Tabla 2). Ni el número de racimos por cepa, ni el peso medio del racimo se vio afectado por los tratamientos estudiados. No obstante, el peso medio de baya sí tendió a incrementarse por efecto de la orientación EO en ambas variedades. Este efecto podría deberse a la ligera mejora en estado hídrico experimentada por las cepas orientadas al EO (resultados no mostrados).A pesar de que las diferencias de producción entre orientaciones fueron leves, en algunas campañas, la productividad del agua, determinada como el cociente entre los kilos de uva producida y el agua consumida, sí resultó significativamente mayor en la orientación EO que en la NS.
Tabla 2. Rendimiento del viñedo y sus componentes en las variedades Bobal y Verdejo plantadas en maceta en espalderas orientadas norte-sur (NS) y este-oeste (EO). Para cada parámetro, variedad y año, las letras diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05).
La orientación de las filas del viñedo afectó significativamente a la composición de la uva de vendimia (Tabla 3). No obstante, el contenido en SST no tuvo una respuesta coherente entre campañas. La acidez total (AT) tendió a incrementarse por efecto de la orientación NS en Verdejo, no así en Bobal. En general el pH fue poco afectado por los tratamientos en ambas variedades.La composición polifenólica de las uvas de la variedad Bobal no difirió entre orientaciones en dos de los tres años. Sin embargo, en 2015, la orientación EO redujo el contenido en antocianos y polifenoles totales.
Tabla 3. Composición de la uva de las variedades Bobal y Verdejo plantadas en maceta en espalderas orientadas norte-sur (NS) y este-oeste (EO). Para cada parámetro, variedad y año, las letras diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05).

Conclusiones

La orientación de las filas de espalderas del viñedo en dirección este-oeste redujo el uso del agua tanto en Bobal como en Verdejo. En ambas variedades, los consumos de agua relativos al área foliar de las cepas fueron un 18% menores en la EO que en la NS. Esto conllevó una mayor eficiencia en el uso del agua en términos productivos de las cepas EO, sin efectos de consideración en la composición de la uva.Por tanto, en condiciones de radiación solar de clima mediterráneo y de escasez de recursos hídricos, la orientación de las filas del viñedo en dirección EO es una posible estrategia para la optimización del uso del agua en escenarios de cambio climático. No obstante, es necesario confirmar estos resultados en condiciones de campo antes de poder ser recomendados a escala comercial.
Variedad Bobal analizada.

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Agradecimientos

Agradecer la financiación del ensayo por el proyecto MINECO-FEDER Sostgrape AGL2014-54201-C4-4-R.

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Referencias bibliográficas

  • Baeza, P., Sánchez-De-Miguel, P. and Lissarrague, J. R. (2010). Radiation Balance in Vineyards. Methodologies and Results in Grapevine Research, Chaper II. S. Delrot, H. Medrano, E. Or, L. Bavaresco and S. Grando. Dordrecht, Springer Netherlands: 21-29.
  • Campos, I., Neale, C. M. U. and Calera, A. (2017). Is row orientation a determinant factor for radiation interception in row vineyards? Australian Journal of Grape and Wine Research 23(1): 77-86.
  • Intrieri, C., Poni, S., Rebucci, B. and Magnanini, E. (1998). Row orientation effects on whole-canopy gas exchange ofpotted and field-grown grapevines. Vitis 37(4): 147-154.
  • IPCC, 2014: Climate Change 2014; Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Part A: Global and Sectoral Aspects. Contribution of Working Group II to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.
  • Poni, S., Magnanini, E. and Bernizzoni, F. (2003). Degree of correlation between total light interception and whole-canopy net CO2 exchange rate in two grapevine growth systems. Australian Journal of Grape and Wine Research 9(1): 2-11.
  • Williams, L. E. and Ayars, J. E. (2005). Grapevine water use and the crop coefficient are linear functions of the shaded area measured beneath the canopy. Agricultural and Forest Meteorology 132(3–4): 201-211.
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