jueves, 8 enero
Fuente y fotos lasprovincias.es/ Javier Martínez
La macrofiesta ilegal del aeródromo de Benagéber se cobró ayer la vida de un gruista en un accidente de tráfico. La víctima murió atrapada en su vehículo tras colisionar con un camión que acababa de salir de la ‘rave’ y cuyo conductor, un joven de nacionalidad francesa, dio positivo en el control de detección de drogas.
El organizador del evento ilegal, Eric Candaloro, consiguió eludir el cerco policial que había montado la Guardia Civil en los alrededores del aeródromo y evitó así su posible detención o imputación por un delito de desobediencia. Como ya informó LAS PROVINCIAS, Candaloro desoyó varias veces las peticiones de la Guardia Civil para que cesara la música electrónica en una macrofiesta que no disponía de ningún permiso. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano, afirmó que el promotor de la ‘rave’ deberá atenerse «a las consecuencias de la desobediencia a la autoridad».
El delegado ha hecho hincapié en que «desde el primer momento» en esta fiesta ilegal «se ha primado la seguridad de las personas», así como «evitar cualquier tipo de desordenes y de incidentes», ya que «cualquier tipo de actuación pudiera haber producido incidentes complejos y desgraciados».
Por este mismo motivo, ha indicado que se reforzó la vigilancia, con 64 efectivos durante todos los días en que estuvo activa la ‘rave’, a la que asistieron entre 3.000 y 4.000 personas, de las que más del 80 por ciento eran extranjeras. Durante el martes se procedió al desmantelamiento de los escenarios y otros elementos que estaban en la zona de la fiesta y comenzó la limpieza.
La muerte del gruista
El choque frontal que acabó con la vida del gruista tuvo lugar sobre las 12.20 horas en la carretera CV-390 en el término municipal de Utiel. El gruista se dirigía al aeródromo para remolcar un pequeño camión tras recibir un aviso de una compañía de seguros. El dueño del vehículo averiado no podía arrancarlo después de permanecer varios días en la macrofiesta. Pero el infortunio y la muerte se dieron la mano en una curva, concretamente en el punto kilométrico 35,8 de la carretera que une las localidades de Utiel y Benagéber, cuando ambos vehículos colisionaron.
Apenas podían circular el camión y la grúa en ambos sentidos, sin rozarse, en ese punto negro y estrecho. «Es una curva muy mala y más aún si coinciden dos vehículos grandes. Ha sido una fatalidad», afirmó Rafael Darijo, alcalde de Benagéber. Tras el brutal choque, el conductor de la grúa, Javier G. P., de 41 años de edad, quedó atrapado en la cabina. De inmediato, los ocupantes del camión llamaron al 112 y acudieron en auxilio de la víctima, pero no pudieron abrir la puerta.
El Centro de Coodinación de Emergencias movilizó a los bomberos, el SAMU y la Guardia Civil. El conductor del camión y una joven que le acompañaba, de 31 y 30 años, respectivamente, sufrieron heridas leves. Un tercer ocupante de este vehículo Volvo resultó ileso.
Varias patrullas de la Guardia Civil y un equipo médico del SAMU llegaron poco después, pero no pudieron hacer nada para salvar la vida del gruista. Un equipo de bomberos rescató el cadáver de la víctima y dejó el camino libre a los investigadores de la Guardia Civil de Tráfico de Requena. Dos agentes inspeccionaron de forma minuciosa los dos vehículos siniestrados y la calzada, donde hallaron señales de frenada de la grúa y el camión con casa incorporada.
También realizaron una prueba de alcoholemia y un test de drogas al conductor del camión. El primer control dio negativo, pero el segundo detectó una sustancia estupefaciente en el organismo del joven francés, que había salido minutos antes de la macrofiesta ilegal. Estaba muy afectado por el terrible accidente e incluso sufrió una crisis de ansiedad, pero no presentaba síntomas de estar drogado. Uno de los guardias civiles rellenó, como determina el protocolo, un acta con observaciones sobre el estado, parpadeo de ojos, habla y movimientos normales o descoordinados del conductor.
La intención del agente no era otra que descartar o probar la influencia en la conducción de la droga que presuntamente había consumido el joven francés. Ademas, el guardia recogió una segunda muestra de saliva del conductor para enviarla a un laboratorio, donde se realizará otra prueba de confirmación. Tras recibir atención médica en el hospital de Requena, el camionero fue detenido por un delito contra la seguridad vial.
139 pruebas de alcoholemia y 14 controles de drogas
Mientras la Guardia Civil de Tráfico investigaba las causas del accidente en la carretera CV-390, familiares del gruista fallecido protagonizaron momentos de gran tristeza y tensión. Algunos de ellos culparon del choque mortal al conductor del camión y lo increparon. Sin embargo, la Guardia Civil no pudo determinar ayer quién invadió el carril contrario. El joven francés prestó declaración tras ser asistido por un intérprete.
Cuando se registró el trágico accidente sólo quedaba un camión frigorífico -el vehículo averiado que iba a remolcar la víctima con su grúa- en el aeródromo de Benagéber, donde cerca de 3.000 personas asistieron a una macrofiesta ilegal que comenzó en Nochevieja y terminó sobre las 12 horas del 5 de enero. Desde el pasado miércoles, el tráfico de autocaravanas, camiones, furgonetas, turismos e incluso de un autobús por una pista forestal, trastornó el orden y el concierto en Benagéber, un tranquilo pueblo con 214 vecinos censados.
La Guardia Civil realizó un operativo durante cinco días para identificar a todas las personas que salían de la ‘rave’. Hasta el lunes por la mañana, los agentes habían realizado 139 pruebas de alcoholemia y 14 controles de drogas a los conductores en la salida de la pista forestal para prevenir accidentes. Sólo una persona superó los 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y otras nueve dieron positivo en el test de detección de sustancias estupefacientes.