lunes, 25 julio
Los premios se han otorgado a “Utiel 250 años a la luz de las velas » y a Otilia Blasco González, farmacéutica.
Venta del Moro ( 25/07/22)
Nota de Prensa Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro
CONCESIÓN DE LOS PREMIOS MESETA DEL CABRIEL Y PINO QUILIBIOS 2022 A “UTIEL 250 AÑOS A LA LUZ DE LAS VELAS” Y A OTILIA BLASCO GONZÁLEZ, FARMACÉUTICA.
La Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro ha concedido en su vigesimosegunda edición los premios “Meseta del Cabriel 2022” al evento “Utiel 250 años a la luz de las velas y “Pino Quilibios 2022” a la farmacéutica Otilia Blasco González. El acto de concesión se celebrará a las 20 h. del domingo 7 de agosto de 2022 en la Casa de la Cultura de Venta del Moro dentro de los actos de la XXVIII Semana Cultural Venturreña. Durante el acto se entregarán a los premiados una escultura realizada ex profeso.
Transcribimos a continuación el acta de 10 de julio de 2022 donde se describen los méritos de los premiados:
“3. Se procede al debate sobre las personas y entidades merecedoras de los premios “Meseta del Cabriel” y “Pino Quilibios” en su vigesimosegunda edición. Tras las argumentaciones pertinentes, se procede a la votación y, por mayoría de los miembros de la directiva presentes, se aprueba lo siguiente:
3.1 Conceder el premio denominado “Meseta del Cabriel” al evento Utiel 250 años a la luz de las velas.
Los días 25 y 26 de abril de 2015 irrumpía en el rico calendario festivo utielano un nuevo evento que ya desde su primera edición gozó de un amplio acogimiento ciudadano y de visitantes: Utiel 250 años a la luz de las velas.
El evento de carácter cultural, turístico y festivo surge fruto de la preocupación de un grupo de utielanos por crear un acto que agrupara a la ciudadanía con el fin de potenciar la ciudad e iniciar un movimiento de revitalización en un contexto de atonía económica y estancamiento demográfico azotado por la despoblación rural circundante que tanto afecta al tradicional comercio utielano. La creación del macroevento buscaba apelar a la colaboración ciudadana, a la autoestima utielana y potenciar todos los recursos culturales, patrimoniales y turísticos de la ciudad. Desde su primera edición el Ayuntamiento de Utiel se implicó en su organización.
El origen del evento se sitúa en una reunión inicial el 25 de octubre de 2014 en la Casa de la Cultura de Utiel impulsada por Antonio Henares Iranzo con el fin de “compartir ideas, proyectos, ilusiones, con las que dar un empujón a Utiel y ver si somos capaces de poner unas bases para que Utiel vuelva a reactivarse por el bien de nuestros jóvenes”. La concepción de tan singular evento fue formándose a través de varias reuniones y debates en redes sociales.
La creativa y sorprendente iniciativa de iluminar a base de velas el casco antiguo de Utiel en una noche determinada se avaló con la conmemoración de una efeméride histórica como la sucedida en 1764 cuando tal como relata el cronista Miguel Ballesteros los colmeneros de Utiel, en agradecimiento a la Virgen del Remedio por alejar peligrosas tormentas, iluminaron con “tantas luces en el templo como abejas se contaron en un enjambre”. El hecho fue en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Utiel. Así pues, como suele pasar, la historia se convierte en una buena aliada del turismo.
Finalmente, el 23 de noviembre del 2014 se decidió convocar a todos los utielanos y utielanas para impulsar el nuevo proyecto “Utiel a la luz de las velas” volviendo a iluminar 250 años después Utiel, ahora con la motivación de remover las potencialidades turísticas utielanas.
Desde su primera edición, el acontecimiento gozó de una enorme participación de las instituciones, asociaciones y ciudadanía utielana que, además, fue acompañada de una masiva afluencia de público comarcano. Fue todo un éxito y Utiel conseguía ese macroevento cuya consolidación le llevará a un atractivo que superará las barreras comarcales y llamará la atención de turistas de localidades valencianas.
Lograr el encendido de toda la población a base de velas supone una activa y desinteresada participación ciudadana, ya que se necesitan muchos voluntarios para colocar y encender las velas; pero, además, el evento desde sus inicios se ha acompañado de un cargado y atractivo programa que incluye numerosos actos de carácter cultural, patrimonial, festivo, musical, enológico, artístico, deportivo y turístico aportados por las instituciones, asociaciones y particulares utielanos.
Sobresale en este programa las seis ediciones de la Feria Comarcal de Artesanía y Alimentación Tradicional con una gran variedad de productos gastronómicos y artesanales comarcanos; la recreación dramática del evento histórico “Las velas en Utiel hace 250 años” por la Agrupación Escénica Enrique Rambal; el ritual del encendido de la primera vela por parte del alcalde y utielanos célebres; las exposiciones temporales de artistas utielanos; la realización de actos de gran variedad por el casco antiguo como desfiles, conciertos musicales, bailes, actos deportivos, conciertos, etc.; los concursos como el de calles y fachadas iluminadas, de fotografía, de cartel publicitario o el concurso de colegios con el diseño del dibujo de la plaza del Ayuntamiento a iluminar.
Estas tres jornadas de fin de semana sirven para potenciar los recursos patrimoniales y turísticos de Utiel, algunos de ellos recientemente puestos en valor como las bodegas subterráneas y refugio antiaéreo. También se realizan visitas guiadas de carácter histórico a la población, así como conferencias, presentaciones de libros o visitas a museos. La oferta cultural incluye los ya conciertos de música clásica denominados “Música en los balcones”, conferencias y proyecciones cinematográficas como en la última edición la del “Año Berlanga”; actuaciones de diversos artistas y grupos musicales, pasarelas de moda, danza, deporte y los circuitos urbanos de coches antiguos. En 2022 se incorporan las demostraciones artísticas de “Pintura efímera”.
Muy interesante es toda la oferta gastronómica y enológica que se ofrece con numerosas catas de vino de la Denominación de Origen Utiel-Requena y la gran oferta de platos y tapas de la hostelería local o en 2022 el I Concurso de “Tortilla de patatas”.
El Premio Meseta del Cabriel también reconoce a “Utiel 250 años a la luz de las velas” por su capacidad de crecimiento. De las 8.000 velas de la primera edición se han pasado a las 60.000 de 2022. Ya no sólo se ilumina el casco antiguo, sino que se extiende a otros barrios y monumentos. Cada vez se ofrece una decoración más ambiciosa y vistosa en los soportes de iluminación con un alto nivel de creatividad.
Y la afluencia de público ya importante en la primera edición se ha incrementado masivamente con ya no sólo aporte comarcano, sino de la provincia, consiguiendo uno de los objetivos primeros del evento. Esta afluencia tiene un impacto muy positivo sobre la hostelería utielana y municipios colindantes.
Tras dos años de parón forzoso por la pandemia, en 2022 se ha celebrado con nuevos bríos y en fechas más tardías como las de 15 al 17 de junio. No es fácil coordinar un macroevento que contiene en tres días más de un centenar de actividades, así que el premio también reconoce la labor de tutelaje y dirección del M.I. Ayuntamiento de Utiel y la Asociación Turístico Cultural “Utiel 250 años a la luz de las velas”. Además, este año se han incluido actos necesarios y emotivos como el manifiesto por la paz o el homenaje a las víctimas del COVID-19.
Desde 2015 y en sus seis ediciones han sido muy importantes los logros conseguidos por “Utiel a la luz de las Velas”:
– Consolidar uno de los macroeventos festivo-turístico-cultural más importantes de la comarca.
– Implicar de una manera altruista y generosa a gran parte de la ciudadanía, asociaciones y entidades de Utiel en pos de un objetivo común.
– Revestir de singularidad y vistosidad a este novedoso evento.
– Visibilizar los recursos patrimoniales, culturales y turísticos de la ciudad.
– Concienciar a los propios utielanos y utielanas de las capacidades turísticas de la ciudad y de sus recursos patrimoniales, gastronómicos, culturales e históricos.
– Atraer a visitantes más allá de la comarca.
– Generar una dinámica positiva para el desarrollo turístico no estacional.
Sin duda, “Utiel 250 años a la luz de las velas” posee margen de crecimiento y en próximas ediciones puede apelar a visitantes ya de carácter nacional. Como todo evento que busca su consolidación posee sus retos como el establecimiento de una fecha estable o la incorporación de novedades, además de seguir aunando a los utielanos en este original macroevento.
Así pues, por todos los motivos aludidos en este acta, la ASOCIACIÓN CULTURAL AMIGOS DE VENTA DEL MORO concede el premio “Meseta del Cabriel” año 2022 a Utiel 250 Años a la Luz de las velas por la originalidad y oportunidad del macroevento; su crecimiento con cada edición; por conseguir la implicación de la masa ciudadana y asociativa utielana; por atraer visitantes más allá de la comarca; por visibilizar la potencialidad de los recursos patrimoniales, culturales, gastronómicos y festivos utielanos y en reconocimiento a la buena consecución de un evento con una importante complejidad organizativa y de objetivos ambiciosos.
3.2 Conceder el premio denominado “Pino Quilibios” año 2022 a la farmacéutica Otilia Blasco González.
Venta del Moro posee una larga tradición de farmacia abierta en el pueblo. La primera referencia a un boticario con botica abierta es de 1819, tras el gran incremento poblacional de la segunda mitad del siglo XVIII. Otro documento de 1830 nos habla de la persistencia de esa farmacia.
Han sido varios los farmacéuticos reconocidos que han tenido una estrecha vinculación con Venta del Moro. Podemos destacar el caso del famoso doctor Garrido, don Francisco Garrido Pardo, nacido en Venta del Moro en 1847, que fue un pionero en la publicidad agresiva farmacéutica y que se convirtió en un personaje muy célebre en Madrid donde poseía tres farmacias, acuñándose la frase popular “Estar como el doctor Garrido, siempre en su farmacia”. Fue miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural e incluso se le dedicó una obra de teatro.
Famoso farmacéutico también fue su cuñado, D. Ramón Saiz de Carlos, marido de su hermana doña Lucía Garrido Pardo, la gran benefactora de la aldea de Las Monjas. Inventó el mundialmente famoso elixir estomacal Saiz de Carlos en su laboratorio de Madrid, a donde se trasladó desde Requena donde tuvo farmacia.
Entre 1848 y 1875 fue farmacéutico de Venta del Moro D. Eduardo Noguerol e hizo raíces en el pueblo dando origen las familias Noguerol y Montaud con aún descendientes en la población.
A principios del siglo XX hay constancia de la instalación de farmacia en Venta del Moro por D. Bernardino Mombiedro, natural de Beteta (Cuenca), recordado como un gran botánico, y que también dejó descendientes en la población. Su hijo Antonio Mombiedro López casó en Venta del Moro y a la muerte del padre rigió brevemente la farmacia, a pesar de no tener finalizados los estudios superiores, pero sí dejó recuerdo de su gran profesionalidad y por eso siempre se le denominó como Antonio “El Boticario”.
En 1933, según consta en el Archivo Municipal, abrió farmacia en Venta del Moro Manuel Domínguez Herrero, natural de Ademuz y licenciado en Farmacia por la Universidad de Santiago. La botica estaba establecida en calle La Fuente donde perdurará durante muchos años. Ejerció en esta farmacia el antiguo cronista Feliciano Antonio Yeves como mancebo antes y durante la Guerra Civil.
En 1936, Manuel Domínguez trasladó la farmacia a D. Pedro Monteagudo Monteagudo, de Jaraguas, quien se casó con una maestra, Piedad Martínez, de Campillo-Sierra (Cuenca) y en nuestro pueblo vivieron y tuvieron sus hijos, regentando su farmacia hasta comienzos de los años 50 en que se trasladaron a Cuenca. La farmacia se instaló en la calle Cruces nº 11 (antigua casa de D. Manuel Mercado).
Pedro Monteagudo vendió su farmacia venturreña a D. Lorentino Martín, de Zaragoza, quien, ya entrado en años, la mantuvo hasta casi su fallecimiento.
En 1967 se anunciaba ya como farmacia municipal D. José Arroyo García quien en 1970 pidió la instalación oficial de la farmacia en la calle de la Fuente.
Durante algunos años, la farmacia funcionó en calidad de botiquín llevado desde Caudete como en 1973 por D. Tomás Sáez Iranzo.
El penúltimo farmacéutico hasta la actual titulada fue D. Juan Diego Pérez Pérez, natural de Vélez Rubio (Almería) y licenciado por la Universidad de Granada. La farmacia seguía en la calle Fuente, número 4. Ésta misma fue la farmacia adquirida y abierta en 1986 por Dª Otilia Blasco González que es la galardonada con el Premio Pino Quilibios 2022 por su profesionalidad, abnegación, generosidad y plena vinculación en la vida social y asociativa de Venta del Moro y sus aldeas.
Otilia Blasco, popularmente Oti, nació el 9 de diciembre de 1962 en Vallada, singular día que ya la vinculaba desde la cuna con Venta del Moro, pues es el día en que se confecciona y arde la Hoguera de la Virgen de Loreto. Hija de José Blasco Alonso y Elvira González González, es la primogénita de cuatro hermanos. Se licenció en Farmacia en 1985 por la Universidad de Valencia y la especialidad que cursó fue la sanitaria. Recién licenciada se instaló en Venta del Moro y desde entonces está con nosotros, vinculándose completamente con el pueblo y formando toda una familia venturreña a la que ha inculcado la querencia y valores de la tierra a la que se trasladó para ejercer su vocación.
El premio reconoce la profesionalidad de Otilia y su negocio que regenta desde hace treinta y seis años, su vocación en el servicio diario y la empatía e interés proactivo con sus usuarios que le lleva a ejercer de consejera farmacéutica de todos los venturreños. La farmacia muchas veces es el primer punto de acceso de los pacientes, dando consejo farmacéutico o a veces hasta psicológico, antes de aconsejar de ir al médico de atención primaria o al hospital para los casos más serios, solventando el problema sanitario si no posee gravedad. Es decir, es nuestra particular boticaria García, pero en venturreño.
Además, para el bienestar de los venturreños, siempre ha dotado a la farmacia de plena disponibilidad de servicio de urgencia todos los días del año, algo muy de agradecer, además de siempre estar solícitos, incluyendo al farmacéutico José Pérez Moya, a atender aún estando fuera del horario público. También se reconoce el gran servicio que presta a las aldeas facilitando la accesibilidad a los medicamentos a todos sus vecinos.
Al comprar la farmacia de Venta del Moro, también adquirió en su momento la plaza de Farmacia Titular de Venta del Moro y Villargordo del Cabriel, encargándose de las inspecciones sanitarias de estas localidades, actualmente integradas por todos los farmacéuticos en el Centro de Salud Pública de Utiel.
En 1991 trasladó la farmacia a su actual ubicación en la calle Cuartel número 14 donde complementa los servicios farmacéuticos de los dos titulados que trabajan en la farmacia con otros servicios profesionales de especialistas como dietistas.
Destacamos también su actitud durante esta pandemia de la COVID-19 donde la farmacia ha ejercido como uno de los puntales sanitarios.
Siendo ya suficientes los méritos que como profesional farmacéutica en Venta del Moro durante 36 años le justifican como acreedora del Premio Pino Quilibios, el galardón también reconoce el enorme grado de implicación en la sociedad venturreña de Otilia. Fue concejala de Sanidad entre 1999 y 2007. Su deseo y constancia por mejorar nuestra vida ha sido siempre su prioridad y gracias a su empuje y empeño, nuestro municipio consiguió que la Conselleria de Sanidad concediese una plaza para que nuestras pedanías tuviesen servicio médico y de enfermería propios. Además, promovió la primera Escuela de Verano y fue promotora también de actividades físicas saludables para las mujeres del municipio y sigue practicando pilates con el grupo de mujeres del pueblo.
También estuvo en la directiva de la Unión Musical durante años y sus tres hijos forman parte de la banda como excelentes músicos que son. Forma parte de la comunidad parroquial donde participa en todas sus actividades. También colabora con esta Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro como lugar de inscripción de algunas de sus actividades. Es, además, socia de las amas de casa.
Desde que Otilia comenzó su etapa profesional y personal en Venta del Moro en 1986, se ha convertido en todo un referente social y en una venturreña más. Luchadora incansable, buena persona, amable y siempre dispuesta a ayudar a cualquier vecino. De hecho, fue seleccionada por Venta del Moro como venturreña para ser reconocida en el programa “Hacemos que las Mujeres cuenten”.
Su vocación profesional se la ha transmitido a su hija Ana que ya ejerce como licenciada en Farmacia.
Así pues, el Premio Pino Quilibios 2022 se otorga a Otilia Blasco González por sus treinta seis años de profesionalidad al frente de la farmacia, por su bonhomía, actitud proactiva con los vecinos y su fuerte implicación en la vida social, asociativa e institucional de Venta del Moro.”