jueves, 23 abril
“Sentirse orgulloso de ser rurales es lo que propiciará el futuro de la agricultura”
Este viernes 17 de abril, en el Espacio Cultural “Feliciano Antonio Yeves” de Requena, se celebró una Mesa Redonda, organizada por AER-Tierra del Vino, sobre “El futuro de la agricultura”, en el que se debatió acerca del desarrollo del entorno rural, con especial incidencia en la situación de la Comarca Requena-Utiel y su variedad de uva autóctona, la Bobal.
Participaron en la mesa Olga Moreno, doctora en ingeniería agrónoma de la UPV, que habló de los retos de la agricultura familiar, estrategias de diversificación (servicios de tipo medioambiental, agroturístico, mercados de proximidad, marcas de calidad) como fórmula para conseguir la supervivencia de las pequeñas explotaciones.
La doctora en biología y enóloga Mª Angeles Novella, expuso como los modelos de agricultura extensiva con aplicación masiva de abonos y fitosanitarios químicos han estado sirviendo a grandes corporaciones industriales, siendo necesaria una vuelta a modelos de producción basados en la agricultura ecológica que, además de mejorar la calidad ambiental de los territorios, reducen la supremacía de los mercados globalizados.
Sobre la producción agrícola predominante en la Comarca de Requena-Utiel, la ingeniera agrícola y enóloga Noemí Arroyo defendió una estricta atención a las características edafológicas y climatológicas de la Comarca, y a las labores culturales sobre las viñas de la variedad autóctona Bobal, considerando que los vinos elaborados con esta variedad aportan “sabor a terruño”. La producción de vinos de alta calidad con uva bobal supone la defensa de todo un patrimonio y unas formas de vida de los habitantes de estas tierras.
El veterano enólogo Félix Cuartero definió el concepto de “Patrimonio Bobal”, justificando la presentación de la candidatura a la UNESCO para que la Comarca de Requena-Utiel “Territorio Bobal”, sea considerada por sus características históricas, paisajísticas, culturales y económicas, como “Patrimonio inmaterial de la Humanidad”, ya que el cultivo de la uva bobal no es sólo un valor agrícola y agroindustrial en sí, sino que marca también todo un carácter territorial de especial singularidad.
En su intervención el secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel abogó por la defensa del producto ligado al territorio y la trasmisión de los conocimientos heredados de los antiguos agricultores, aportando las innovaciones que nos permite la tecnología moderna. Identificó las amenazas a las que están sometidos los pequeños agricultores frente al poder de los mercados globalizados debido a la nula protección que existe sobre los cultivos tradicionales y las pequeñas producciones, con las actuales políticas de la Competencia y la reducción de medidas proteccionistas sobre la agricultura local.
En el debate posterior se llegó a la conclusión que hace falta una apuesta decidida de las administraciones para mantener y fijar población en las zonas rurales con un doble objetivo, evitar despoblación y pérdida de patrimonio económico y cultural y prevenir una mayor saturación de las ya sobresaturadas grandes ciudades. Esto solo se puede conseguir defendiendo nuestro entorno rural de la especulación inmobiliaria y otros ataques al territorio (fracking, prospecciones, etc) y propiciando un modelo de desarrollo rural que permita a los agricultores y ganaderos volver a vivir dignamente de su trabajo.