martes, 14 julio
Camporrobles y Fuenterrobles sufren el mayor impacto de la tormenta, con calles anegadas, carreteras con dificultad de circulación y cultivos afectados.
Venta del Moro no se salva de la virulencia del fenómeno atmosférico y está pendiente de la crecida de la rambla Albosa.
Caen decenas de árboles en varios municipios de la comarca Requena-Utiel por la fuerza del viento y la lluvia.
Requena, (14/07/20). Redacción.
Decenas de árboles caídos, zonas de viñedos afectadas por el granizo, carreteras y calles anegadas… el desolador paisaje que ha dejado la última tormenta registrada en la comarca Requena-Utiel en la tarde del martes 14 de julio.
En localidades como Fuenterrobles, su alcalde, Adrián Álvarez, confirmaba a iv.revistalocal, poco después de que remitiera el fenómeno meteorológico que, “está todo inundado, estamos haciendo balance y hemos llamado al 112”, comentaba. Aunque hasta mañana no podrán conocer los efectos de la dañina precipitación, “es un desastre”, lamentaba. Si nos aseguraba que se han caído muchos árboles, pero parece que no hay que lamentar daños personales.
En Venta del Moro, a las 19 horas ya no llovía, pero, tras realizar un recorrido por la zona, el alcalde del municipio, Juan F. López, explicaba que, “el granizo ha afectado a algunas zonas como el norte de la pedanía de Jaraguas”, aunque estaban recorriendo el término. No obstante por Casas del Rey y Casas de Moya, “parece ser que también ha caído algo de piedra”, comentaba.
Aunque la preocupación era patente por la situación de la rambla Albosa a su paso por Venta del Moro porque bajaba. “a tope, ya veremos si no se sale del cauce”, alegaba el alcalde. A priori, afortunadamente, tampoco hay que lamentar daños personales.
Desde Camporrobles, su alcaldesa, Inma Alemany, destacaba que “es un desastre”, dado que la tormenta ha afectado a buena parte del pueblo y aledaños, a falta de evaluar los daños en los cultivos.
Mª José Clemente, alcaldesa de Sinarcas explicaba que “estamos bien, aquí ha llovido poco”. Cosas de las tormentas de verano; impredecibles.
En Caudete de las Fuentes, llovía pero, «no cae piedra afortunadamente«, explicaba su alcaldesa, Vanesa López.