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Los comercios se encuentran abastecidos de mercancía gala y el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, recuerda los recientes asaltos a productos españoles perpetrados en Francia
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que las importaciones masivas de patata procedente de Francia, aunque también en menor medida de otros países como Marruecos y Egipto, están cerrando las puertas a la producción valenciana del referido tubérculo, que estos días arranca su campaña. Entre los productores de l´Horta de Valencia se extiende una preocupación creciente porque, sencillamente, no están encontrando compradores para sus cosechas. Tanto comercios, como mercados mayoristas y cadenas de supermercados les responden que están perfectamente abastecidos de patatas francesas adquiridas a precios poco menos que reventados, unas cotizaciones frente a las que la producción valenciana no puede competir o sólo puede hacerlo a costa de perder dinero.
Efectivamente, la patata de origen galo se comercializa en España entre 25 y 32 céntimos por kilo, cuando el coste final de producción del tubérculo en las zonas productoras de l´Horta de Valencia no baja de los 35 céntimos, de tal manera que la cosecha valenciana no consigue abrirse un hueco en el mercado. La única alternativa que han encontrado hasta el momento consiste en tratar de colocar su patata bajo la fórmula conocida como “a resultas” o “a comisión”, es decir, sin una cotización pactada previamente, lo cual no es razonable en modo alguno porque esta práctica comercial se traduce indefectiblemente en malos precios para el agricultor.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, explica que “los mercados mayoristas de Valencia, Madrid o Barcelona, al igual que los supermercados rechazan nuestra patata al encontrarse saturados de oferta por la presión a la baja en materia de cotizaciones que ejerce la patata vieja francesa y este clima comercial que se está creando resulta tremendamente negativo para la producción valenciana, hasta el punto de comprometer la futura viabilidad de nuestra campaña”.

A pesar de que la calidad de la patata francesa, en estos momentos ya vieja, es muy inferior a la que tienen las variedades valencianas recién cosechadas, el hecho cierto es que los supermercados y tiendas se encuentran repletas de una producción gala que está impidiendo la salida comercial al tubérculo valenciano. Además, y para acabar de complicar las cosas, los productores de l´Horta aseguran que, según les comentan sus clientes habituales, esta situación podría prolongarse hasta el mes de junio, de tal manera que a los agricultores valencianos, en caso de no variar esta coyuntura adversa, no les quedaría otro remedio que intentar vender su cosecha a precios de ruina o destruirla, tal como ya ha ocurrido otros años.

El presidente de AVA-ASAJA señala que “lo que está sucediendo resulta especialmente indignante si tenemos en cuenta que es la patata procedente de Francia la que está causando el problema, cuando la semana pasada sin ir más lejos tuvimos que soportar, ante la indiferencia de la Unión Europea, que un grupo de agricultores galos asaltase camiones de vino español porque decían que hacía competencia desleal a sus vinos y semanas antes sucedió lo mismo aunque en aquella ocasión fueron las frutas las víctimas de estos vándalos que ahora inundan el mercado español con sus patatas. ¿Qué tendrían que hacer ahora los productores valencianos?, ¿ponerse a su misma altura?”.

Comparte: Mientras los franceses tiran nuestro vino, las importaciones masivas de patata francesa hunden los precios