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La bióloga asegura que otro modelo energético es posible, contando con la ciudadanía y disminuyendo las devastadoras consecuencias que asegura que traerán los actuales proyectos

 

Ayora (29/03/22) – Laura Sánchez Benejama

La polémica de las macroplantas fotovoltaicas en el Valle de Ayora-Cofrentes continua. Lo que se plantea, hasta la fecha, es la futura puesta en marcha de cerca de 20 proyectos de plantas solares en la zona, lo que supondrá unas infraestructuras con una ocupación de 1.840 hectáreas de suelo no urbanizable, en campos naturales, con una producción de 1.309 megavatios (MW).

Son varias las asociaciones y colectivos disconformes con estas medidas, las cuales plantean numerosas consecuencias de devastación del entorno natural, además de la desaparición y pérdida de los terrenos agrícolas más destacados de la zona.

En esta ocasión hablamos con Carmela Cerdá, bióloga de Ayora con cargo en la Conselleria de Medio Ambiente. Esta profesional encabeza la lucha y reticencias a la instalación de plantas fotovoltaicas en la zona.

De entrada, Carmela nos cuenta qué es realmente lo que se pretende llevar a cabo. En sus palabras, “se trata de ubicar fábricas enormes, en una extensión total que correspondería a una superficie 2.000 campos de fútbol, de vocación agrícola, cinegética y forestal, con un paisaje único, con valores bien conservados, en uno de los recursos imprescindibles para la cada vez más importante fuente de ingresos del mundo rural: El turismo”.

A lo anterior, Carmela constata que la información que tienen los vecinos es escasa. Tras charlas sobre el tema e intentos de concienciación en conjunto, la bióloga señala que hay personas que no saben nada del tema, y otras que se han posicionado directamente del lado del uso de las energías renovables, “porque son verdes y necesitamos electricidad sí o sí”, sin saber sobre la magnitud y ubicación de estos proyectos.

Además, advierte el peligro sobre la información escasa y distorsionada en la zona, ya que se cuenta que, una instalación que trae unas energías renovables que son buenas, no contamina, y que van a traer ingresos importantes.

Posibles consecuencias de las macro plantas

La Cañada de Jarafuel

El proyecto se encamina al establecimiento de un total de 19 instalaciones. Al preguntarle sobre las posibles consecuencias que pueden acarrear, la bióloga enumera una gran lista de efectos en caso de proceder a las instalaciones. De forma textual, las nombra una a una:

-Fragmentación del paisaje, lo que implica consecuencias nefastas para el turismo, y por supuesto para los residentes, que también necesitamos del paisaje por motivos de salud, emotividad y espiritualidad.

 -Pérdida de terrenos agrícolas por periodos de tiempo muy grandes (el suelo bajo las placas es fácilmente erosionable, por tanto, se pierde la fertilidad de este, y esta fertilidad necesita miles de años para recuperarse), con ello se rompe la estructura del sector agrícola local.

-Desaparición de actividades que venían siendo compatibles con el mantenimiento de ese medio rural, como las actividades cinegéticas, turísticas, recreativas, la ganadería, las actividades forestales, etc.

-Los terrenos limítrofes con las macro plantas solares perderán valor a todos los efectos; la alimentación de los acuíferos se verá muy afectada.

-cambiará el flujo de las aguas superficiales; aumentará la erosión de los suelos pues al ser privados de vegetación que los retiene, quedarán expuestos a la acción del agua, viento, etc.;

La Vega, en Ayora

-Desaparecerá la vegetación y la microfauna y flora bajo las placas solares (se calculan temperaturas superiores a los 50 º C bajo las placas). Hay que tener en cuenta que parte de la fijación del carbono que efectúa la vegetación, la realizan esos pequeños seres microscópicos que viven en el suelo, y también la vegetación de los cultivos; los vallados limitarán e impedirán el acceso a los caminos;

-Habrá cambios en el microclima local; existirán grandes impactos sobre la fauna, las rapaces verán desaparecer sus zonas de caza al ser sustituidas por enormes lagos de silicio, haciendo que desaparezcan o migren a otras zonas, la fauna restante verá truncadas sus rutas de pastoreo,

-Respecto a las líneas de evacuación, el gran impacto reside en las muertes habituales de aves por electrocución o colisión contra las mismas (5 millones de aves mueren al año por este motivo en toda España)

-En definitiva, respecto a la fauna, habrá una importante pérdida de biodiversidad, y en general, se tratará de una pérdida importante de patrimonio, tanto natural como cultural.

Propuesta de moción

Carmela asegura que se puede dar un paso atrás en este proceso, por el cual se ha solicitado una propuesta de moción por parte de los reticentes a estos proyectos fotovoltaicos a los grupos políticos del pleno del Ayuntamiento de Ayora.

A más, debido a que todavía no se han concedido los permisos a la construcción de las macro plantas, y tampoco se ha aprobado el Plan Especial que modifica el Planteamiento urbanístico del municipio, todavía se está a tiempo de rectificar, como señala la profesional.

La idea, como prosigue en su relato, es planificar el proyecto de otro modo, de forma que se ponga en marcha con una distribución equitativa, justa y sostenible de la producción energética en renovables.

Necesaria implicación de la ciudadanía

Si algo destaca la bióloga en su discurso, es la importancia de la participación pública en proyectos como este, que, según apunta, “ha brillado por su ausencia”:

Me gustaría que la gente supiera que puede participar en la toma de decisiones políticas por parte de las administraciones públicas, una participación real, madura y continuada, no meramente informativa, y mucho menos restringida a votar cada cuatro años.”

Señala, por otra parte, que este “boom” de proyectos viene de la mano de fondos de inversión principalmente extranjeros, que solo buscan la rentabilidad del negocio, a lo que llama “Pelotazo energético”.

De lo anterior, apunta que las administraciones han empezado a tomar decisiones de gran calado para nuestros territorios y nuestras vidas sin conseguir un consenso en el tipo de modelo energético que queremos, todo bajo la excusa del cambio climático.

Valores patrimoniales, naturales y turísticos de un territorio

Carmela habla con detalle del grado de degradación que supondrían estas instalaciones en terrenos naturales de la zona. Asegura que estas “fábricas” irán sobre los terrenos que nuestros antepasados han ido modelando, cultivando y cuidando de manera sostenible durante miles de años. Los afirma lugares donde un vecino apenas podría edificar una caseta sin limitaciones.

Lo que sostiene Carmela Cerdá es que gobiernos y empresas pretenden crear una “colonia energética” en pleno siglo XXI, sacrificando campos, ríos y montes, que son los atractivos naturales, turísticos y culturales, como apunta, “para beneficiar exclusivamente al mismo oligopolio energético que nos ha traído a esta emergencia climática”.

 

 

 

 

Comparte: Carmela Cerdá (bióloga), sobre las plantas fotovoltaicas en el Valle de Ayora-Cofrentes: “Estamos a tiempo de rectificar, de planificar de otro modo, y ponernos en marcha con una distribución equitativa, justa y sostenible de la producción energética en renovables”