Requena cuenta con el único Monumento Universal a la Vendimia que existe en occidente, reconocimiento que le fue otorgado en diciembre de 1991 por la Oficina Internacional del Vino de París (OIV), cuyo escudo es obra del artista requenense Antonio Gómez Torrijos. Construido en piedra noble y bronce, tiene dieciocho metros de altura, está coronado por la Virgen de las Viñas y en los tres frisos de bronce de su base se representan distintas etapas de la vendimia. Es obra del arquitecto Ricardo Roso y el escultor Esteve Edo. Fue inaugurado en 1972.
Forma de acceso: situado en la avenida del Arrabal dirección oeste en la confluencia con la plaza de Juan Grandía.