El primitivo pórtico de San Nicolás era gótico, como los del Salvador y Santa María. En 1706, durante el bombardeo que padeció esta barriada, en la Guerra de Sucesión, la portada quedó destrozada y en ruinas casi todo el templo, restaurándose poco después en el estilo neoclásico. Fue declarada BIC con categoría de monumento en 2008.
Consta de una amplia nave en forma de cruz. Se pueden ver dos de los contrafuertes en el famoso y típico callejón de Paniagua.
Contexto: sobre el centro del templo de San Nicolás se erigió un hermoso cimborrio «de cincuenta palmos de altura». Aprovechando el andamiaje, trepó el enjalbegador Julián Villaescusa de Aliaguilla; con tan mala fortuna que cayó desde lo más alto. Como restuó ileso, el hecho se atribuyó a un milagro del Santo Patrono de Requena, celebrándose un solemne Te Deum al que se sumaron las autoridades y el vecindario en masa. Pero Villaescusa, olvidando aquel providencial suceso, siguió por caminos de perdición. Y un día aciago de 1805, por ladrón y asesino era ahorcado en la plaza del Arrabal. «El malvado Villaescusa»
Forma de acceso: desde la plaza del Castillo continuando por la calle Castillo, la calle Santa María y la calle San Nicolás.