Al igual que el resto de las cuevas de la Villa, está excavada en el subsuelo de toba caliza. Entre sus fines destacan, el de silo o almacén de trigo y el de bodega para guardar vino. Hay que destacar sus tinajas de grandes dimensiones y su profundidad.
Forma de acceso: desde la plaza del Castillo, se continúa por la calle Santa María hasta llegar a la calle San Nicolás, donde ésta se encuentra.