martes, 20 diciembre
Fuente ESdiario
La Denominación de Origen anda preocupada por el frenazo de las ventas de espumoso catalán frente a los valencianos, extremeños y riojanos, y para remediarlo ha optado por romper la baraja.
En millones de hogares españoles se brindará esta Navidad con cava. En algunos casos catalán y, en otros, valenciano, extremeño, riojano, navarro, aragonés o vasco, puesto que la Denominación de Origen incluye territorios de todas ellas, aunque Cataluña sigue aportando el 97,5% de las 34.000 hectáreas de la producción.
Como cada año por estas fechas vuelven a proliferar por Internet los llamamientos al boicot al cava catalán, esta vez con el agravante de que la víspera de Nochebuena Carlos Puigdemont celebrará una cumbre sobre el referéndum de independencia con todos los partidos y entidades que apoyan su convocatoria
Surtan efecto o no hay un dato objetivo: el cava catalán se ha estancado -en la campaña de 2015 vendieron un 0,8% menos- mientras en el resto de la Denominación poco a poco mejoran las perspectivas. Por ejemplo en Requena, el único municipio valenciano incluido en la DO, los productores aspiran a llegar este año al millón de botellas vendidas, lo que supondría un incremento del 16% respecto al anterior.
El Consejo Regulador, ubicado en la localidad barcelonesa de Vilafranca del Penedés, observa con preocupación las horas bajas del cava catalán. Y para remediarlo, como no pueden impedir a los españoles comprar cava de otras comunidades, han optado por romper la baraja. ¿Cómo? Limitando la producción para que las bodegas extremeñas, valencianas y demás no tengan posibilidad de crecer.
Cuenta El Economista que los extremeños han sido los primeros en alzar la voz ante la jugarreta del Consejo Regulador. Éste ha solicitado al Ministerio de Agricultura autorización para limitar la producción y permitir el año que viene la plantación de sólo 168 nuevas hectáreas (un 0,5% de la superficie actual), lo que limita muy mucho las posibilidades de crecimiento de las bodegas de fuera de Cataluña que están empezando a despegar.
El secretario general de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex), Jacinto Guerra, no duda de que la decisión del Consejo Regulador beneficia a la comarca catalana del Penedés frente a las no catalanas. «Lo que necesitamos es que nos permitan plantar más hectáreas para poder competir y seguir creciendo», explica.
Desde el Consejo Regulador, sin embargo, niegan que exista cualquier intento de blindar el cava catalán frente al resto. «Actualmente, y con el nivel de ventas que tenemos, no hace falta más producción en ningún caso. Se elabora todo el vino que se necesita y si produjéramos más, lo único que se conseguiría es devaluar al sector y la marca del cava», según su secretaria general, María Eugenia Puig.
La guerra del cava también vuelve por Navidad.