domingo, 12 enero
Duque, la búsqueda de un sueño
Una cornada aplazó su alternativa y ahora piensa en las Fallas como escenario del ascenso
11.01.14 – 00:12 – JOSÉ LUIS BENLLOCH |/ LASPROVINCIAS:ES
Ni la crisis ni las modas ni el agobio administrativo a que tienen sometida a la Fiesta de los toros, ni tan siquiera la dureza misma del toro, parecen frenar las vocaciones toreras. Jesús Duque es uno de los ejemplos. Joven, veintidós años, nacido en Requena, le dio un pase por alto a los estudios apenas acabada la ESO a cuenta de la locura del toro que lleva metida en el alma desde bien chico sin que se sepa muy bien por qué.
– En mi casa no hubo toreros ni siquiera aficionados, ni en Requena había mucho ambiente de toros, así que los primeros sorprendidos fueron los míos pero no se opusieron, me vieron tan decidido.
No hay explicación ambiental por tanto pero asegura que desde el primer día que vio un toro le enamoró y ya no pensó en otra cosa que en ser torero. Lo he encontrado con las maletas hechas para irse al campo, primero a Huelva, luego a Salamanca que siempre fue su cuartel general para poder torear llegado el invierno. Hoy toca toreo de salón en Ribarroja, con su banderillero de confianza, se trata de no perder el tacto de las telas toreras y mantener los músculos vivos.
– A mí me gusta torear de salón. Es además necesario.
Acaba de superar una gravísima cornada que le infirió un novillo en Utiel, 7 de septiembre de 2013, cuando mejor estaba toreando, cuando por fin le salía todo aquello que había preparado a lo largo de horas y horas de entrenamiento. En un descuido lo atrapó y le atravesó el muslo literalmente. Le seccionó totalmente la musculatura extensora y puso a prueba la pericia del equipo del doctor Carbonell que le atendió con gran éxito.
Al percance se dio menos importancia mediática de la que tuvo, seguramente por producirse fuera del circuito de las grandes ferias y porque el mismo Duque intentando restablecerse a tiempo para tomar la alternativa en Valencia el 9 de octubre, quería mostrarse más entero de lo que realmente estaba. Al final no pudo ser -se probó delante de una becerra y la pierna no le respondía- y tuvo que anunciar que no estaría en tan soñada cita. Ahora todo hace pensar que se doctorará con más lujo si cabe, en las corridas falleras, cuando la atención del toreo está puesta en Valencia y los triunfos cotizan en la bolsa general.
-No es seguro, pero desde el primer día que anuncié que no podía torear en la empresa me dijeron que tratarían de darme la alternativa en la feria de Fallas y cada vez que ha habido ocasión se han ratificado en sus palabras, así que confió en que pueda ser. Yo trabajo pensando en ello.
– Antes tendrá ocasión de despedirse como novillero en Requena, su ciudad, donde nunca hubo un matador de alternativa.
– Todos los días veo el vestido que me hice para la alternativa. Lo tengo en casa. He querido salirme del tópico del blanco y oro, pero es muy apropiado para la ceremonia.
Ando como loco por ponérmelo.
No hay forma de que descubra el color elegido, siguiendo ahora sí los tópicos, de la profesión de no desvelarlo con anterioridad. Atrás queda la experiencia adquirida a lo largo de unas cuarenta novilladas con picadores, bagaje que considera suficiente para afrontar el nuevo reto. Sus éxitos más relevantes los sitúa en la misma Valencia, en la novillada de octubre de 2012; en Madrid donde el día de su debut fue fuertemente ovacionado; en Ávila y en Calasparra sobre todas las otras actuaciones.
Del percance de Utiel, algo así como su bautizo de sangre, si consideramos que una cornada anterior en Santa Eulalia del Campo no tuvo mayor trascendencia, asegura que no tiene mal recuerdo, que llegó en un momento en el que mentalmente se encontraba muy fuerte.
– Era cuando más claro lo veía. Físicamente claro que me dolió, sentí como me atravesaba el muslo pero la cornada es algo que los toreros debemos asumir. Yo estoy convencido de que vendrán más, será señal de que estoy toreando con frecuencia, que es lo que más deseo.
– Se torea por dinero, eso implica un carácter ambicioso.
– Yo soy ambicioso desde el punto de vista artístico. No descarto el dinero, quiero vivir del toro, pero el toreo para mí es una ilusión, la búsqueda de la felicidad.
– ¿Cómo eres?
– Quiero hacer el toreo clásico. Soy constante, entregado, si al final resulta que no soy el señalado por la varita del destino, no será porque yo no haya puesto de mi parte.
por mí no va a quedar.
– Te formaste en la Escuela de Valencia, te apoderó Santiago Garay, Alipio Pérez Tabernero y ahora Vicente Barrera.
– El maestro Barrera habla por mí. Le estoy muy agradecido. Ojalá llegue a ser lo que él fue en los toros.
– Ojalá.