lunes, 7 enero
Requena (07/01/19) Redacción
Esta cifra supone un 22,5% menor que los 40 sucesos notificados durante 2017, un año en el que 39 de ellos fueron clasificados como nivel 0 y uno, en Cofrentes, se clasificó como nivel 1 en la escala INES, lo que supone una anomalía de funcionamiento.
En concreto, fueron las centrales nucleares de Ascó II y Vandellós II, ambas en Tarragona, las que más incidencias comunicación al regulador, con seis sucesos cada una. A esta le siguieron la central cacereña de Almaraz, cuya unidad II notificó cinco sucesos y la unidad I otros tres.
Además, la central nuclear de Cofrentes (Valencia) notificó tres sucesos y la central de Ascó I informó de otros dos. La central nuclear que menos sucesos notificó al regulador fue la planta de Trillo, en Guadalajara, con solo uno.
Más allá de las centrales nucleares de generación eléctrica, la fábrica de combustible de uranio de Juzbado (Salamanca) notificó cinco sucesos notificables al CSN.
A lo largo del año todos los sucesos que se notificaron fueron calificados por el regulador con nivel 0 en la escala INES, lo que supone que todos ellos estuvieron por debajo de la escala y que no tuvieron significación para la seguridad, ni generó impacto a los trabajadores, el público ni en el medioambiente.