viernes, 13 agosto
El Centro Común de Investigación (JRC), una entidad científica de la Comisión Europea, ha emitido un informe técnico titulado “Modelando la ambición ambiental y climática en el sector agrícola con el modelo CAPRI” que confirma los peores augurios de los agricultores respecto a las nefastas repercusiones que prevé causar el Pacto Verde Europeo.
Requena (13/08/2021)- Yolanda Hernández S.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, advierte de que este estudio “nos da la razón al constatar que las estrategias verdes como ‘De la Granja a la Mesa’, ‘Biodiversidad’ o las nuevas exigencias ambientales de la Política Agrícola Común (PAC) sustituirán parte de la producción agraria europea, que ya es la más exigente del mundo en respeto al medioambiente, por la entrada de un creciente número de importaciones procedentes de países terceros, las cuales, al no estar obligadas a cumplir los mismos estándares que se impone a la agricultura europea, mantendrán el cómputo global de las emisiones de gases de efecto invernadero, si bien pensamos que en realidad incluso las aumentarán por distancia y por las menores garantías agroambientales de los países extracomunitarios”.
Es decir, según Aguado, “el Pacto Verde Europeo crea más problemas a los agricultores europeos, pero además ni mejora la seguridad alimentaria de los consumidores ni mejora la lucha contra el cambio climático a nivel global, sino que únicamente ‘deslocaliza’ e incrementa la contaminación fuera de Europa, como si fuera una isla climática separada del resto del planeta. Cada vez estamos más seguros de que los planes de Bruselas van dirigidos a seguir usando nuestra agricultura como moneda de cambio para poder vender otros productos industriales o de servicios a países terceros. Y el falso ecologismo es solo una coartada para llevar a cabo esta calculada política comercial”.
El presidente de AVA-ASAJA agrega que “Bruselas echa al paro a la agricultura más sostenible y renuncia así a una autosuficiencia alimentaria de minimis en un futuro amenazado por un brutal crecimiento demográfico de la población mundial que demandará más alimentos y donde la pandemia del Covid-19 ha recordado que es posible que se produzcan cierres de fronteras o graves dificultades en el tráfico internacional de mercancías. Aunque la Comisión Europea crea que tendrá suficiente poder económico para continuar comprando alimentos a países externos, quizás nuevas convulsiones impidan que sea así”.
AVA-ASAJA recuerda que, de acuerdo a los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el sector agroforestal (agricultura, ganadería y silvicultura) solo es responsable del 0,68% de las emisiones totales de gases contaminantes en España (234,9 millones de toneladas), teniendo en cuenta el balance neto entre sus aportaciones (38,3 Mt) y sus absorciones como efecto sumidero de dióxido de carbono (36,6 Mt), que dejan un resultado de 1,6 Mt. “No somos en absoluto los causantes del cambio climático como nos quieren hacer creer, pero a la Comisión Europea le interesa usarnos como cabeza de turco y para ello está dispuesta a trazar un mal llamado Pacto Verde que sacrifique nuestro sector primario. Puede que algunos se dejen engañar, a nosotros nos tendrán de frente”, advierte Aguado.
El Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento destinada a transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no habrá emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) en 2050 y el crecimiento económico estará disociado del uso de los recursos.