miércoles, 20 enero
La medida de protección para el empleo seguirá vigente más allá del actual estado de alarma, que finaliza el 9 de mayo
Requena (20/01/21)
Al final la CEOE ha dicho que sí. La gran patronal ha dado su respaldo a la propuesta del Gobierno para prorrogar los ERTE hasta el 31 de mayo, apuntan fuentes de la organización. Ya lo había hecho la semana pasada UGT. También se espera que lo haga CC OO, un apoyo muy previsible después de que tras la última reunión, celebrada el pasado jueves, sus representantes se mostraran partidarios de dar el visto bueno a la oferta de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social.
Desde la semana pasada, fuentes de la negociación señalan que no ha habido más encuentros, aunque sí “ajustes técnicos” que se hicieron hasta el lunes por la noche en el texto del decreto que ahora tiene que ver la luz en un próximo Consejo de Ministros, previsiblemente el próximo martes. Esos ajustes llevan ahora a los sindicatos a decir que deben verlos al detalle para dar su visto bueno, si bien fuentes de estas organizaciones apuntan que se trata solamente de revisar un texto legislativo “muy complejo” que hay que comprobar “al milímetro”. “Aunque eso no suponga que haya problemas”, han explicado los líderes de los dos sindicatos, Unai Sordo (CC OO) y Pepe Álvarez (UGT) al presentar las movilizaciones de sus organizaciones para el próximo 11 de febrero.
Este consenso vuelve a demostrar que los agentes sociales siguen alcanzando acuerdos a pesar de la tensión política que hay en España, algo que ha podido palparse otra vez esta semana a cuenta de los horarios de los toques de queda.
A los representantes empresariales, como a los de los sindicatos, les ha gustado en todo momento “la filosofía del texto”. Les agradaba la duración de esta prórroga, más allá del Estado de alarma, vigente hasta el 9 de mayo, y les gustaba que se redujeran trámites para pasar de una modalidad de ERTE a otra, lo que, en definitiva, reduce gastos a las empresas. También les sonaba bien la lista de actividades especialmente protegidas con los ERTE que ofrecen más respaldo público: es básicamente la aprobada en septiembre con el añadido que hubo en diciembre, en el decreto de protección a la hostelería, aunque sí que ha habido algún ajuste.
La incógnita hasta ahora se situaba en el lado empresarial. Finalmente el respaldo ha sido “unánime” en la junta directiva de este martes. Durante esta ronda de negociaciones, las patronales CEOE y Cepyme se han mostrado remisas a dar su apoyo claramente al texto que Trabajo puso sobre la mesa.
Los peros de la CEOE llegaban por el compromiso de mantenimiento del empleo durante seis meses para las empresas que se hubieran acogido a la medida. Exponían sus representantes en las reuniones que la condición de devolver todas las exoneraciones recibidas si una empresa despedía a un solo trabajador no resultaba proporcional, apuntan fuentes presentes en todos los encuentros. Sin embargo, en esto la posición del Ejecutivo ha sido monolítica, tanto por parte de los ministerios presentes en las conversaciones (Trabajo y Seguridad Social) como por los que no lo están: la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, siempre más comprensiva con las demandas patronales, fue muy contundente el viernes, cuando afirmó que “el apoyo público para financiar los ERTE no puede servir para despidos más adelante”.
Finalmente, han pesado más los otros aspectos. Y que, con sus ajustes, lo pactado se parece mucho a lo acordado en septiembre en un proceso mucho más largo y arduo. Entonces las patronales dijeron que sí y eso complicaba mucho el cambio de criterio actual. Esto ha llevado a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y al de Seguridad Social, José Luis Escrivá, a mostrarse confiados en que el diálogo social iba a encontrar un punto de encuentro con rapidez.
Y así ha sido. Aunque ha tardado unos días más de los que se habían dado las tres partes al comenzar el proceso, pues esperaban cerrar la negociación el pasado 15 de enero. En todo caso, esta vez sí que se ha logrado acabar la negociación con bastantes días de adelanto sobre la finalización de la prórroga vigente, que culmina el próximo 31 de enero. El objetivo confesado de esta celeridad es ofrecer con rapidez certezas a las empresas para que puedan adoptar sus decisiones en plena tercera ola de la pandemia y cuando las autoridades sanitarias están tomando drásticas decisiones sobre la actividad para hacerle frente.
Fuente elpais.com