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Requena, 14 febrero de 2017/ infoJUCAR

Diversos grupos ecologistas y cerca de un centenar de personas se han concentrado este sábado frente a la sede de Iberdrola en la plaza de Tetuán de Valencia para pedir «que la electricidad tenga unos precios razonables», que se sustituyan las energías «convencionales» por renovables y que se pueda cerrar la central nuclear de Cofrentes «en uno o dos años».

Así lo ha explicado a Europa Press uno de los portavoces de Ecologistes en Acció –organizadora de la concentración junto a colectivos como Greenpeace e Intersindical Valenciana–, Pedro Domínguez, que ha subrayado que las energías convencionales «son caras, contaminantes y muy peligrosas», por lo que exigen que «se sustituyan por eficiencia y energías renovables» y que «se deje que crezcan» estas últimas.

«Aquí en España y en el País Valenciano –ha incidido– somos pobres en todas las fuentes de energía excepto en solar, que nos sobra», ha reivindicado, para detallar que «recibimos 1.600 kilovatios/hora por metro cuadrado cada año». Según él, «con eso podemos autoabastecernos prácticamente y cerrar Cofrentes en uno o dos años si quisiéramos, pero falta que se deje que las energías renovables funcionen».

En la misma línea, ha destacado que la protesta viene motivada, en primer lugar, porque «la subida de la luz ha sido exagerada». «El mercado eléctrico lo monopolizan entre cuatro o cinco grandes empresas y entonces ellos, en contubernio con el Gobierno, marcan los precios como les da la gana», ha criticado.

El portavoz de la organización también ha tachado de «escandaloso» que en enero, «cuando más frío hacía y cuando la gente más apretada está del bolsillo», se produjese «una escalada de precios que disparó la electricidad» y «convirtió España en el tercer país de Europa de precios más caros de la electricidad».

La energía española «de las más contaminantes»

El segundo motivo que ha apuntado Domínguez es que «además de tener unas de las ‘electricidades’ más caras de Europa, es de las más contaminantes también». En España, «la mayor parte de la electricidad se produce en centrales nucleares y térmicas», ha subrayado.

Según el portavoz, con el real decreto sobre autoconsumo aprobado por el exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria –que mantiene la contribución a los costes generales del sistema para los autoconsumidores que estén conectados–, se pone «un impuesto al sol» y se «paraliza» el crecimiento de «la única energía que tenemos en España y que además es una fuente gratis».

«Ahora mismo, la electricidad que consumimos en Valencia viene de Cofrentes, que es una central nuclear vieja que ha caducado en el 2011, y a la que le han dado un permiso extra de diez años más que acaba en el 2021», ha aseverado.

Por ello, Pedro Domínguez ha señalado que piden que «en 2021 la cierren definitivamente». «Cuantos más años funcione, más residuos va a dejar para miles de años y además más peligro para todo el país valenciano y para Castilla la Mancha, porque si esa central nuclear tiene un accidente como han tenido otras puede contaminar a toda España», ha advertido.

«Las eléctricas condicionan a los gobiernos»

A la protesta, también ha acudido el diputado de Compromís en las Corts Valencianes Juan Ponce, quien ha criticado que las compañías eléctricas «están condicionando las políticas de los estados y gobiernos».

Ponce ha lamentado que estas empresas «intenten aumentar la vida de las centrales nucleares» cuando ya están «absolutamente amortizadas», y ha apostillado que la forma en la que se fija el precio de las energías es «absolutamente injusta», «todo ello montado para que unos pocos se enriquezcan a costa de la mayoría».

«La continuidad de estas plantas supone mucho para los municipios que las acogen»

La decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de avalar el dictamen favorable para que la central de Garoña (Burgos) pueda operar hasta 60 años ha generado un debate sobre la continuidad de estas plantas que está en la calle, aunque no en las de los municipios próximos, que la tienen clara.

Así lo ha indicado a Efe Salvador Honrubia, alcalde de Cofrentes (Valencia) y presidente de turno de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), de la que forman parte 63 municipios de las zonas de influencia de las siete plantas existentes (incluida la clausurada Zorita) y del almacén de residuos de baja y media actividad de El Cabril (Córdoba).

Aunque en estos días se han pronunciado al respecto partidos y diferentes colectivos, en los municipios próximos «no existe el debate» y pone como ejemplo su localidad, en la que, según confiesa, «se sabe lo que las centrales generan, ingresos y riqueza».

«Siempre puede haber una voz discordante, pero no es una cosa de la que se hable o discuta, porque la percepción que hay es que es como una cosa más del pueblo, que forma parte del paisaje», una opinión favorecida por la falta de incidentes en los últimos años.

Por este motivo, asegura que la AMAC tiene clara cual es la postura en este nuevo episodio que se ha abierto y es que «si hay seguridad, siempre estaremos a favor» de la continuidad de estas instalaciones «el tiempo que sea necesario».

En este sentido, puntualiza que son otros organismos los que deben determinar que estas instalaciones cumplen con las condiciones para seguir funcionado.

Para Salvador Honrubia, la continuidad de estas plantas «supone mucho» para los municipios ubicados en sus áreas de influencia, que generalmente «no suelen ser las zonas más pobladas de España» y donde «es complicado» poner en marcha proyectos industriales.

«Al final, cuando entras en la dinámica de lo que mueve y genera una central alrededor de estas zonas, estas a favor porque genera empleo, riqueza y un modo de vida al que en estas zonas están acostumbradas», señala el primer edil de Cofrentes.

El presidente de AMAC no cree que la existencia de plantas nucleares supongan obstáculo para otros proyectos y pone como ejemplo que en Cofrentes existe un hotel-balneario, que da trabajo a 200 personas y que pese a estar abierto solo ocho meses tiene el número de pernoctaciones más alto de la provincia.

Salvador Honrubia reconoce que aunque no es «un experto», al margen de cual sea la postura se está en una sociedad de gran consumo energético «y somos conscientes que la nuclear es la base de la energía en España».

En la actualidad forman parte de la AMAC 8 municipios del entorno de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres); 9 de la zona de Ascó (Tarragona), 5 de Cofrentes (Valencia), 14 de Garoña (Burgos); 8 de Trillo (Guadalajara); 4 de Vandellós (Tarragona), 13 de Zorita (Guadalajara) y 2 del almacén de El Cabril. EFE

Comparte: Grupos ecologistas se concentraron en Valencia para exigir el cierre de Cofrentes