jueves, 9 enero
Fuente Diálogolibre.com
La deriva separatista de Artur Mas, presidente de la Generalidad, afecta directamente tanto a los cavas elaborados en Cataluña como a los que se hacen en el resto de España, que ganan una mayor visibilidad. En su mayoría, las bodegas catalanas son contrarias a la independencia, pese a ser las más perjudicadas por el desafío secesionista.
Medios independentistas afirman que existe un boicot encubierto contra el cava catalán porque hay medios que han destacado otros cavas frente al catalán, como ABC, que este pasado mes de diciembre informaba que «el cava valenciano planta cara al cava catalán en la campaña navideña», donde se recogía las declaraciones del consejero de Agricultura de Valencia, José Císcar, quien animaba a consumir productos de su Comunidad, como hacen una y cien veces los consejeros catalanes.
También estos días Europa Press publicaba una entrevista con el director gerente de la extremeña Bodegas Bonaval, donde se admitía que el crecimiento de ventas era gracias al boicot a los productos catalanes.
El diario Hoy.es de Extremadura apuntaba este mismo mes de diciembre que «el cava extremeño sigue creciendo», y en la entradilla de la noticia señalaba: «La situación política en Cataluña vuelve a aliarse con el vino extremeño para ganar más mercado y reanimar un crecimiento que se había estancado», otros medios de esa región indicaban que las ventas de cava elaborado en Extremadura podrían aumentar hasta en un 15%.
Asimismo, estos medios separatistas ven boicot porque hay otros medios que fomentan el consumo de otros cavas, como es el ejemplo de Las Provincias: «Cava valenciano para despedir el año», mientras que El Periódico de Aragón publicaba a principios de diciembre que «el cava aragonés supera las 730.000 botellas». También Agroinformacion.com informó de que la sidra El Gaitero es «el principal competidor del cava catalán».