miércoles, 26 noviembre
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que el veto que desde el pasado mes de agosto está aplicando Rusia contra un buen número de productos agropecuarios europeos ha sumido al sector porcino valenciano en una dura crisis que sitúa al borde mismo de la quiebra a decenas de explotaciones.
La coyuntura del mercado europeo del porcino ha ido deteriorándose durante los últimos meses hasta el punto de que los precios que perciben ahora mismo los ganaderos valencianos han sufrido un hundimiento del 25%. Las cifras sobre el momento actual que atraviesa el sector resultan bien elocuentes por sí mismas: la cotización máxima que percibe el productor no supera 1,09 euros por kilo, mientras que el coste de producción de ese mismo kilo no baja en ningún caso de 1,20 euros, con lo cual el desfase entre coste de producción y precio de mercado es del 10%.
“Estamos hablando, por tanto, de una situación límite –comenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado–. Las cotizaciones se han desplomado y la viabilidad de muchas granjas se encuentra seriamente comprometida porque ninguna empresa puede seguir manteniendo la actividad si pierde dinero todos los días. Sin duda, y aunque tampoco ayudan otros factores como el aumento del precio de la energía, la causa principal de lo que está ocurriendo no es otra que el bloqueo comercial impuesto por Rusia.”.
Efectivamente, el cierre de las fronteras del citado país está causando graves distorsiones en el normal funcionamiento de los mercados europeos. Alemania, principal productor de porcino en el seno de la Unión Europea (UE), al no poder exportar a Rusia este año está viéndose forzada a enviar a otros destinos del ámbito comunitario la producción que antes remitía al mercado ruso, de tal manera que el circuito comercial del porcino en la UE se encuentra saturado de oferta, con la consiguiente repercusión a la baja sobre los precios. El sector español está sufriendo de lleno esta dinámica regresiva que se ha instalado en los mercados. España exporta cada año en torno al 30% del volumen total de porcino que se cría en sus granjas y, en consecuencia, necesita encontrar una salida fuera del mercado español a la referida cantidad. Sin embargo, esta campaña, y a raíz del veto ruso, esa producción de porcino que habitualmente se destinaba a la exportación está compitiendo con los excedentes de otros países europeos que también buscan acomodo para su oferta de porcino sobrante, sin que opciones alternativas como puedan serlo los mercados asiáticos sirvan para dar respuesta a las necesidades comerciales cada vez acuciantes del sector porcino europeo.
“El desastre está servido –lamenta Cristóbal Aguado– y es preciso que las Administraciones, empezando por la Unión Europea, actúen”. El presidente de AVA-ASAJA critica con dureza que “de manera incomprensible, la Comisión Europea dejase al sector porcino fuera de la lista de sectores agropecuarios incluidos entre los beneficiarios del paquete de ayudas compensatorias para los afectados por el bloqueo ruso. Una vez más, queda demostrado que la Política Agraria Común (PAC) no sirve para ofrecer soluciones a las crisis de mercado y, por eso mismo, es necesario un replanteamiento general, pero mientras tanto habrá que buscar algún tipo de compensación para los productores de porcino”.