martes, 25 abril
(Entrevista al agricultor Paco Monteagudo y fotos de la situación actual)
Requena (25/04/23)- Yolanda Hernández S.
La sobrepoblación de fauna salvaje siempre ha sido una batalla difícil para el sector agrario. Agricultores y ganaderos han alertado en numerosas ocasiones sobre el peligro que supone para la producción las plagas de animales, que destrozan cultivos o impiden la plantación.
Cultivos como los olivos, viñedos, almendros y hortalizas están expuestos a la acción depredadora de especies silvestres como los conejos, los jabalíes, los ciervos y la cabra montesa.
Para conocer más a fondo la problemática que tienen los agricultores, hablamos con Paco Monteagudo, de la pedanía de Casas de Moya:
Paco, ¿qué está pasando en el campo?
» Llevamos dos años muy malos. En 2022 tuvimos problemas por la sequía, el exceso de fauna, el incendio y los dos fuertes pedriscos del mes de agosto. Este año tampoco ha empezado nada bien. Hemos comenzado muy pronto a notar los efectos de la fauna salvaje y cinegética (ciervos, corzos, muflones, cabras o jabalís, aunque estos últimos de momento se libran un poco) y ya tenemos campos de cultivo de viña, almendros y olivos muy dañados por los animales».
¿Cómo vive un agricultor esta situación?
«Esto se está convirtiendo para los pocos agricultores que quedamos en la zona en trabajar, trabajar y trabajar, perdiendo muchos días de realizar faenas propiamente dichas del campo, para dedicarlo a poner cercas eléctricas, radios para ver si el ruido los espanta, hierros, alambres, cuerdas y cintas, echando mojes de excrementos de perro sobre las ramas,… Y todo, como dije antes, para nada. Invirtiendo dinero cada vez más en un pozo sin fondo, sin ayudas y lo que es peor, sin ver una solución o quizás estemos ante el estoconazo y la puntilla final para que veamos muchas parcelas perdidas y el fin de algunos agricultores, ya que no salen los números. Esporgas y una vez lo tienes terminado, te entran una noche los animales y te lo arrasan. Y lo malo es que dejan tan mal los cultivos que son daños irreparables, matando las plantas. Hablo por mí, pero creo que es una opinión generalizada».