sábado, 25 abril
Hacer deporte, abrir algunos comercios y una vuelta gradual a las aulas, las propuestas de las CC.AA. para la desescalada.
Requena (25/05/20) Redacción
El Ministerio de Sanidad estudiará el lunes los planes territoriales que las distintas comunidades autónomas le presenten para diseñar los parámetros que se aplicarán para la fase de desescalada del confinamiento por el coronavirus, una vez finalizada la tercera prórroga del estado de alarma.
Este viernes por la tarde, ya se ha celebrado una nueva reunión del Consejo Interterritorial de Salud, en el que los consejeros del ramo le han presentado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, sus propuestas para el desconfinamiento, como la apertura de algunos comercios, poder salir a hacer deporte de manera individual o una vuelta gradual a las aulas, entre otras medidas.
En la reunión, Sanidad ha pedido a los ejecutivos autonómicos un traspaso de información para que sea el Gobierno central el que tome las decisiones sobre cómo debe realizarse el desconfinamiento asimétrico, algo que han criticado algunas comunidades que creen que no puede ser algo «centralizado».
En concreto, los Gobiernos vasco y catalán han reclamado mayor autonomía en este proceso, que se espera que sea gradual, asimétrico y lento. Al gobierno madrileño les ha parecido poco «ambicioso», aunque han reconocido que es necesario una «toma de decisiones homogénea, adaptándola a cada uno de los territorios»
La asimetría que se plantea no sería sólo entre comunidades, sino también se daría incluso dentro de los propios límites territoriales de las autonomías, con diferencias entre el mundo rural y las ciudades.
Según avanzó ayer viernes por la mañana, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, no será necesario que haya una tasa de transmisión cero para iniciar la desescalada, y entre otros factores, se tendrá en cuenta si existen «capacidades» sanitarias para responder «mejor» en caso de rebrote y sistemas de vigilancia para la detección precoz de los casos.
Los marcadores que analiza el gobierno son cuatro y son puramente matemáticos. Según ha desvelado la Cadena SER, estos criterios, que aún deben ser debatidos y aprobados, son:
1. La tasa de contagio por cada infectado: por debajo de 1 al menos dos semanas.
2. La incidencia acumulada de casos: 2 por 100.000 habitantes.
3. La tasa hospitalaria: que el porcentaje de hospitalizados por COVID-19 no supere el 30% sobre el total de los ingresos.
4. El porcentaje de ocupación de las UCI: deben estar libres al menos la mitad de camas que estaban ocupadas por pacientes con COVID-19.
Comunidad Valenciana
La Comunitat Valenciana está en una mejor situación que el resto de España y en un escenario que la sitúa en una posición privilegiada para la desescalada, según concluye el último informe presentado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Este tiempo de pandemia se ha llenado de análisis, predicciones y estimaciones. Todo en base a datos cambiantes pero los únicos que hay sobre la mesa para realizar una proyección de contagios y fin del confinamiento.
El impacto neto, que analiza las personas que siguen hospitalizadas y fallecidos, crece en España pero se ha estabilizado en la Comunitat Valenciana desde principios de este mes, «un dato relevante de cara a la adopción de medidas de desescalada diferenciadas». Una opción que defiende el Consell de Ximo Puig.
Faltaría saber si esta desescalada asimétrica , que también lo es por los propios límites territoriales dentro de las autonomías, lo es a su vez por Departamentos de Salud, ya que lamentablemente por los datos que conocemos, nuestro departamento de salud tiene la tasa de contagios más alta de toda la Comunidad Valenciana, aunque si miramos la evolución de los nuevos casos estamos ya unos días por debajo.
Planes de desconfinamiento de las comunidades autónomas
Canarias, es uno de los territorios con menos casos, ha presentado su plan de cuatro fases, que incluiría varias medidas, como por ejemplo que mayores y niños salgan en franjas horarias distintas y que los ciudadanos salgan en días pares o impares, en función del número donde vivan.
En el País Vasco, entre las medidas que ha planteado está el regreso de la actividad educativa presencial de 4º de ESO, 1º y 2º de bachillerato y formación profesional, la apertura limitada de pequeños comercios (incluidas peluquerías) pero no bares, restaurantes ni locales de ocio, y la apertura de museos, teatros y centros culturales con medidas de distanciamiento.
Además, el lehendakari, Íñigo Urkullu, según ha podido saber TVE, convocará una mesa de partidos el próximo 30 de abril para analizar la posibilidad de convocar las elecciones vascas antes de agosto.
Galicia, la otra comunidad autónoma que ha tenido que aplazar sus elecciones como el País Vasco, estudia permitir salir a los ciudadanos «como mínimo una hora» para hacer ejercicio de modo individual, y aperturas comerciales controladas.
La Generalitat de Cataluña reclama gestionar su desescalada con un plan que aprobará previsiblemente este sábado y para el que ha contado con las propuestas del epidemiólogo Oriol Mitjà, y que contempla una apertura en cinco fases y test masivos, abriendo la puerta a la creación de un certificado de inmunidad, aunque sobre este último punto discrepan los socios de gobierno (JxCat y ERC).
En Madrid, la comunidad más golpeada por el virus, se ha sugerido ampliar la posibilidad de salir a embarazadas o personas que por sus circunstancias lo necesiten, y el Ayuntamiento está trabajando en un plan propio de desescalada que incluye ampliar las terrazas de bares, reducir aforos o instalar mamparas.
Comunidades que apuestan por parámetros comunes
La Generalitat Valenciana aboga por que la desescalada tenga unos parámetros comunes para todos los territorios consensuados entre Gobierno y autonomías, pero también que pueden darse «asimetrías» en función de las particularidades existentes: «No creo en las decisiones unilaterales ni uniformizadoras, ni por una parte ni por otra».
Andalucía, que apuesta por una salida «gradual» y sectorial, se plantea la apertura «con limitaciones» de playas, restaurantes y hoteles este verano, y ha propuesto encabezar la desescalada en municipios y comarcas sin casos, en provincias como Almería y Huelva, contemplando también la vuelta a las clases a mediados de mayo.
Por su parte, Castilla y León ha pedido al Gobierno que planifique un proceso de desescalada que fije unos criterios unificados para todas las comunidades autónomas. Cuenta con una propuesta, pero el Gobierno regional tiene claro que todavía no ha contenido la epidemia y que «si sale demasiado pronto» la derivada puede ser «ruina y muerte».
Tampoco son buenos los datos en Castilla-La Mancha, donde la portavoz del Gobierno ha subrayado la necesidad de aplicar «criterios epidemiológicos y sanitarios» y evitar los reinos de taifas: «una cosa es adaptar la desescalada a la realidad de cada territorio y otra que cada uno haga las cosas a su manera».
Desescaladas asimétricas
Comunidades como Cantabria, Murcia, Aragón o Extremadura barajan desescaladas asimétricas en función de las necesidades de cada zona, con experiencias que pueden servir de laboratorio para el futuro.
La Rioja trabaja en una propuesta acorde a su idiosincrasia, y en las islas Baleares, aunque no se han desvelado propuestas concretas, ya se sabe que Menorca estudia un plan de desconfinamiento especial para la isla en coordinación con el Govern.
Por contra, Melilla aboga por mantener por el momento el «fenómeno de isla» hasta que no se asegure la ausencia de transmisión, momento en el que se comenzará con la desescalada
Fuente rtve.es