lunes, 20 enero
Los solares de varias viviendas derrumbadas en la nevada de enero de 2017 siguen en el mismo estado porque Conselleria no permite intervenir al estar junto a la antigua muralla del casco histórico.
Requena, (20/01/20). Redacción.
Hacia el mediodía del lunes 20 de enero se ha registrado la caída del muro perimetral oeste de una construcción aneja a La Villa de Requena, donde ya ocurrió algo similar en la gran nevada de enero de 2017. La caída de la construcción se ha producido en la calle Asomás, ubicada en la zona sur de La Villa de Requena; junto a la salida a la carretera de La calera.
Este lunes, tras la nevada registrada en la comarca Requena-Utiel, así como en otras localidades y territorios valencianos, manchegos y de prácticamente toda España por el paso de “Gloria”, se derrumbó buena parte del perímetro de un local ubicado junto al casco histórico de La villa de Requena, sin causar, que haya trascendido, ningún daño a las personas.
La caída de la pared podría haber sido causada por las fuertes rachas de viento registradas así como por el peso de la nieve acumulada, tal como ya pasó en varias viviendas del citado casco antiguo en enero de 2017, cuando la nieve provocó que varias construcciones, en pésimo estado de conservación, se precipitaran por el efecto de la gran nevada sin causar, afortunadamente, daños personales; tan sólo materiales.
Las casas derrumbadas en 2017 no han sido reparadas tras varios años a pesar de que La Villa fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1966. Diversas fuentes han apuntado que este hecho se debe a que esas casas se erigieron, en parte, en la ancestral muralla que rodeaba el caso histórico y que hay que realizar estudios previos antes de intervenir en la zona afectada, pero lo cierto es que otros vecinos consultados opinan que “no hay dinero para Requena y su casco antiguo pero sí para otros de la Comunidad Valenciana”, lo que daña sumamente la imagen de la ciudad y en concreto de su casco histórico, muy visitado por turistas de todo el mundo.
Lo cierto es que este nuevo derrumbe ha hecho saltar la voz de alarma entre los vecinos de la zona porque “hay otras casas del casco histórico que están apuntaladas, (con puntales de obra), desde hace varios años” y en situaciones similares a las del 2017 o este enero de 2020, algunas, incluso sólo mantienen la pared de la fachada en pie.