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VALENCIA. En menos de un mes el Mercado de Colón pasará a polarizar parte de la oferta gastronómica en el centro de la ciudad.  Un ‘nuevo centro’ para comer y para beber, desde el desayuno hasta la última copa, cumpliendo así con el objetivo que hace año y medio la empresa pública gestora (Aumsa) se marcó: convertir este privilegiado espacio en un referente ‘gourmet’ para vecinos y turistas.

En tan solo año y medio (desde que se produjo el primer desalojo por impago de uno de sus inquilinos y se replantearon los precios de los locales) el mercado inicia así su nuevo rumbo planteado hace una década, desde que en 2003 se rehabilitara por completo este foco en pleno corazón comercial de Valencia. Para ello, durante los últimos meses arquitectos, técnicos y albañiles ocupan los diferentes espacios de la planta baja del mercado. Hasta cinco nuevos restaurantes abrirán este mes de octubre en el sótano.

VARIEDAD Y CALIDAD EN LOS NUEVOS INQUILINOS

Desde que se reorientó el mercado con una acción comercial abierta a propuestas, uno de los responsables de la gestora asegura que les han «llovido las ofertas, pero el éxito del proyecto pasaba en gran medida por los compañeros de viaje que escogiésemos y lo sólidos que estos fueran». De esta forma, la experiencia en el sector y el hecho de que ninguno de los locales presentes en el edificio es el único en el que están involucrados cada uno de los gestores, se convirtió en una primera criba. No fue la más importante: «la oferta ha de ser compatible en todo el edificio, mostrando opciones diversas, diferenciadas en el centro de la ciudad y, sobre todo, capaces de contar y aportar algo más que una comida al cliente», señala esta misma fuente.

Los nuevos inquilinos, obviamente, cumplen con estos proyectos. El primero que destaca en estos días de movimiento y cambios en el sótano del antiguo mercado tradicional es Ma Khin Café, el único de los recién llegados que ocupa dos locales, aunque convertidos en un restaurante con una histria muy peculiar. La nueva propuesta de Steve Anderson (Seu Xerea) para la ciudad de Valencia está «pensada para las mujeres del entorno del mercado. No solo para las que van de compras, sino, para las que trabajan y buscan un lugar donde comer equilibrado», asegura a ValenciaPlaza.com.

El chef adelanta que su propuesta «será mucho más asiática que Seu Xerea, aunque nada tiene que ver con el restaurante ya que es un concepto decafetería londinense«. En este entido, y motivado por sus raíces familiar (Ma Khin es el nombre de subisabuela birmana, casada con un juez del Imperio Británico y predecesora de una serie de fusiones que inspiran su cocina) «las mujeres y sus mejores amigos [apunta entre risas] podrán desayunar, comer, merendar o tomar una copa».

Este local se encuentra en una de las zonas centrales del sótano que linda con otra de las novedades: Cervezas del Mercado, de la cadena Bierwinkel. Christian Jardel, responsable de esta empresa, quiere renovar el propio concepto de Bierwinkel y ofrecerá 20 tiradores de cerveza entre los que están llamadas a destacar las artesanales valencianas. Aunque adelanta algunos nombres a este diario digital, serán casi 400 las referencias que se aúnen en este nuevo local para los amantes de esta bebida. Sin embargo, Jardel ya adelanta que la intención es la de que en el mismo espacio sucedan catas, presentaciones de nuevas referencias y eventos vinculado a la bebida de lúpulo.

Las dos primeras novedades del Mercado de Colón ya dejan claro un concepto que debe estar presente en la mente de quienes, en adelante, decidan picotear entre las opciones del centro: además de ser el primer mercado gourmet de Valencia, el Mercado de Colón pasa a emular una experiencia aproximada al street food. Comida y bebida de calidad, prácticamente a cualquier horay con un servicio que, por el dinamismo de la zona, todos los empresarios entienden que es clave. La propuesta que confirma este camino es Ciao Checca, una franquicia italiana que abre por primera vez un restaurante en Valencia y que combina street food, conceptos de sostenibilidad tanto del espacio como en la comida yslow food.

Aunque sean conceptos aparentemente difíciles de encajar (street food, slow food y el modelo de franquicia) lo cierto es que la compañía tiene su propio manifiesto y sus ensaladas de pasta naturales y realizadas con productos de proximidad son otra de las propuestas diferenciadas del ‘nuevo’ Mercado de Colón. Y se suman también Le Bouquet Vinoteca, auspiciado por los propietarios del mítico restaurante Los Cubillos de Requena y Down & Right, un pub al estilo irlandés en el que el whisky, los sofás chéster y el ambiente cálido de la decoración que ya se advierte aumentan las posibilidades de afterwork en un eje principal de oficinas y despachos.

UNA OFERTA DE GALONES

El restaurante Momiji se extiende más allá de su corner y pasa a ocupar una parte privilegiada del sótano donde instalará en pocas semanas la mayor barra de comida japonesa de la ciudad. El restaurante, especialmente peculiar por servirse en buena medida de uno de los puestos tradicionales del mercado, a no más de dos metros de su propio espacio, fue uno de los primeros en confiar en el nuevo impulso del centro, de la mano de los chefDiego Laso y Óscar Alcañiz.

Por su parte, desde la gestora se destaca que fue Ricard Camarena el primero en sumarse a la nueva ola que este mes deparará un aumento en el tránsito del mercado. En su caso, los tres espacios que maneja son gastronómicos aunque funcionan en paralelo a la actividad diaria de sus restaurantes: por un lado, el CamarenaLab, donde se realizan talleres, eventos especiales en los que se puede cocinar frente a los comensales y otras actividades vinculadas a productos gastronómicos. De otro lado, el antiguo Alto de Colón, ahora llamado ‘La cambra’, es un espacio singular para cenas privadas en un marco único, tal y como Ricard Camarena Colón, el bajo que lindará con todas las nuevas propuestas gastronómicas, donde el chef también da cuenta de este tipo de compromisos ‘a puerta cerrada’ pero para un mayor número de comensales.

Además de la continuidad por los puestos tradicionales del mercado, (Martín&Mary Pescadería, Varea Burguer, Frutas y Verduras Fina y Manglano), el sótano también cuenta con Manglano Para Tomar y  Las Delicias de Mónica Piñones, esta última para las meriendas a base de tartas y repostería pero especial atracción por sus talleres como principal edulcorante.

LAS NOVEDADES DE LA PLANTA CALLE

Con una variada oferta entre la comida asiática, la cafetería londinense, la charcutería premium, los talleres de cocina y de repostería, el afterwork, la cerveza artesanal y los tiradores, entre otras ideas, la planta de calle también ha visto cómo durante los últimos meses se ciclaban sus inquilinos. A la llegada de Bocados, la franquicia perteneciente al Grupo del Trópico (antes Panaria), hay que sumar Pantalan 5 (del mismo propietario que Down & Right), La casa de la Orxata, La Mile Dore, Vino y Flores y Balandre y Flores,Daniel Horchatería y Turia. Esta última incorporación llega como sustitución del icónico Punto Verde de Heineken y es la primera vez que la marca abre su propio espacio estable y para la venta de su cerveza en la ciudad.

Los recién llegados cuentan con un contrato de cinco años de duración para la puesta en marcha de un motor gastronómico en una zona tan comercial como profesional. Pese a los fracasos empresariales que preceden al centro desde su reforma -especialmente en el bajo-, los interesados, según la gestora, han comprendido la oportunidad de revitalizar de forma conjunta un enclave singular de la ciudad. No obstante, el papel de toda esta oferta está llamado a contar con una alta participación de los turistas. De hecho, en los próximos meses se desplegará una campaña para reposicionar el Mercado de Colón al entorno más próximo, pero también a los visitantes de la ciudad.

El proyecto, dentro del Ayuntamiento de Valencia, pero especialmente en lo que corresponde a la vicealcaldía de Alfonso Grau, es uno de los más destacados de la legislatura. El grupo de trabajo que desde Aumsa ha impulsado el reset del centro confía que para el inicio de noviembre todos los locales estén funcionando a pleno rendimiento y los resultados, al menos en lo vinculante al reposicionamiento de la marca gracias a las diferentes inciaitivas privadas, no están llamados a hacerse espera.

En cualquier caso, desde la gestora insisten en la importancia que para los locales tienen eventos como la Feria del Cava Valenciano, los habitualesconciertos y una agenda de ocio sobre el espacio comercial llamada a intensificarse durante la presente temporada.

Fuente Valenciaplaza.com

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