martes, 19 agosto
Página cultural – científica de la Fundación Lucio Gil de Fagoaga
Requena (19/08/25)- Diego S. Intrigliolo, Ignacio Buesa y Raúl Ferrer-Gallego. Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC-UV-GVA)
El sector vitivinícola de la comarca de Requena-Utiel, al igual que otras regiones vitícolas tradicionales españolas, tiene el desafío de seguir siendo competitivo frente a nuevos retos ambientales, enológicos y comerciales a los que tiene que adaptarse. Las preferencias de los consumidores van cambiando hacia vinos más «frescos» con menor graduación alcohólica, mientras que las condiciones climáticas cada vez más calurosas provocan justamente lo contrario (mayor contenido de alcohol y menor acidez).
Para hacer frente a estos nuevos retos, la Fundación Lucio Gil de Fagoaga, en colaboración con centros de investigación, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS y CIDE) y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, lleva tiempo desarrollando proyectos innovadores y herramientas de adaptación. En los últimos años, se han evaluado diferentes técnicas agronómicas cómo el riego deficitario y nuevos sistemas de conducción y de poda que puedan ayudar a mejorar la calidad de la uva y satisfacer las demandas del mercado. Algunos trabajos, demostraron la eficacia de prácticas como la poda tardía y el sistema de conducción en la mejora de la calidad de la uva. Estos trabajos también demostraron que la orientación de las espalderas del viñedo en dirección este-oeste puede mejorar la eficiencia en el uso del agua y mitigar los efectos del estrés térmico en comparación a la orientación norte-sur1 (figura 1).
No obstante, generalmente la implementación de las innovaciones que demuestran ser útiles en ensayos de investigación, suele tardar en ser aplicadas en el sector, dada la complejidad que puede conllevar su incorporación, así como los costes asociados.
Por otro lado, la Fundación Lucio Gil de Fagoaga, en colaboración con la Denominación de Origen Utiel-Requena y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), también está volcada en evaluar nuevos materiales vegetales (patrones, variedades y clones) para poder proporcionar material vegetal mejor adaptado para las nuevas plantaciones. En este sentido, la Fundación participa activamente en el proyecto «ValoraBobal», que está llevando a cabo una selección clonal de la variedad autóctona Bobal con el objetivo de mejorar sus aptitudes agronómicas y enológicas. Actualmente, en una parcela de «El Cerrito» (figura 2) se está conservando germoplasma singular y ya se han identificado algunos biotipos (futuros clones) prometedores. También se están llevando a cabo ensayos de estos biotipos sobre distintos porta-injertos, así como la plantación de nuevas parcelas situadas en diferentes localizaciones de la comarca.
Algunos biotipos ya han mostrado resultados interesantes y el equipo de investigación del CIDE está tratando de explicar a nivel genético y fisiológico los mecanismos subyacentes a los caracteres agronómicos y enológicos observados. Proporcionar nuevos clones de Bobal obtenidos de cepas bien adaptadas a las condiciones edafoclimáticas y ecológicas puede ayudar a valorizar la tipicidad y la autenticidad de los vinos de la comarca producidos de esta variedad emblemática, la cual debería continuar siendo el sello de identidad de este territorio.
Sin embargo, una región vitivinícola tan extensa y diversa necesita alternativas varietales que puedan contribuir a satisfacer las necesidades del mercado. Frente a las tradicionales variedades foráneas que ya se están empleando, la Fundación Lucio Gil está participando en una actividad nacional denominada «Observatorio de Variedades» que pretende determinar las aptitudes agronómicas y enológicas de otras variedades que puedan adaptarse bien a las condiciones edafoclimáticas actuales de nuestra comarca.
Desde el año pasado se están evaluando, en una parcela de Campo Arcís (Requena), 15 variedades tintas y 10 variedades blancas que podrían ser de interés futuro vitícola de nuestra comarca.
Este trabajo se realiza en coordinación con otras regiones vitícolas españolas y en colaboración con bodegas y otros centros de investigación nacionales. Asimismo, se han realizado plantaciones similares a través de las cuales se obtendrán datos compartidos que podrán ser transferidos al sector en los próximos años.
Consideramos cada vez más necesario continuar con las investigaciones e innovaciones en colaboración con entidades como la Fundación Lucio Gil de Fagoaga, entre otros, que tienen un rol importante en el desarrollo del futuro de nuestra viticultura y gracias a las cuales podremos ir dando respuestas a los retos actuales del sector, clave fundamental para el desarrollo rural y económico de nuestra comarca.