martes, 11 febrero
El sindicato pide una moratoria de cinco años con la titulación de B2 en inglés y urge a Conselleria a diseñar un programa de formación.
Requena, (11/02/20). Redacción.
CSIF considera que la Orden 3/2020 de Conselleria de Educación, publicada hoy en el DOGV y que regula la competencia lingüística, supone “otra imposición por parte de la Conselleria al colectivo de trabajadores de la enseñanza pública en la Comunidad Valenciana”. El sindicato reclama una moratoria de B2 en inglés y una reunión urgente con la Administración para evitar “una brecha laboral”.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explica que la citada orden, que determina la competencia lingüística necesaria para el acceso y ejercicio de la función docente en el sistema educativo valenciano, surge sin que exista “un programa real de formación a la plantilla docente para adquirir la competencia que se le exige”.
El sindicato avisa, además, que impone la certificación C1 en inglés para impartir materias en esa lengua vehicular a pesar de que estaba contemplado normativamente que el B2 sirviera hasta 2026. Ante esta decisión unilateral de Conselleria, la central sindical reclama una moratoria del requisito del B2 en forma de disposición transitoria durante un periodo de cinco años prorrogables.
CSIF lamenta que Educación aplique medidas en materia de competencia lingüística sin haber llevado a cabo ni haber previsto “un plan de formación real y ajustado a las necesidades, sin una inversión en educación”. Además, denuncia que la Administración ha adoptado esa decisión, “a espaldas del funcionariado y con una nula predisposición a apostar realmente por invertir en el sistema público y sus trabajadores”.
La central sindical, en este contexto, va a pedir una reunión urgente con Conselleria “para evitar una brecha laboral entre docentes de la educación pública valenciana”. El sindicato exigirá una negociación inmediata para diseñar un programa de mejora de competencia en inglés, que tenga un periodo de implantación de al menos cinco cursos escolares, con formación en horario lectivo, y con más recursos económicos que permitan, por ejemplo, la posibilidad de curso escolar de formación en lengua extranjera retribuido sin carga lectiva para el docente.