lunes, 23 enero
Requena, 23 enero 2107/ Maria Orero
Que ganas de que nevara, que bonita mi ciudad cubierta de blanco, como disfrutan los niños y los no tan niños, belleza y diversión unidas de la mano.
La tarde del Jueves 19 de Enero comienza a nevar, todo el mundo enloquece de alegría, empiezan a circular fotos con los primeros copos que comienzan a teñir de blanco cada rincón. Poco a poco va cayendo con más intensidad y sin pausa. Al caer la tarde todo ya esta completamente blanco y, continúa nevando. Los primeros incidentes comienzan a aparecer en las carreteras lo que parece al principio una anécdota se transformará mas tarde en toda una experiencia de supervivencia que jamás olvidarán. Conforme llega la noche empieza la luz a interrumpirse en algunas zonas y en otras de forma intermitente, hasta quedar Requena completamente apagada. Velas comienzan a alumbrar las casas, siendo punto de reunión de toda la família que recuerda otras épocas alrededor de la llama. Mensajes de ánimo a los familiares y amigos atrapados, intercambio de fotos de diferentes puntos y experiencias, preocupación y muchas incógnitas de que pasará…
Despertamos el viernes, mucha gente incomunicada, la luz continua sin venir y el agua comienza a ser otro bien que escasea o ya ha desaparecido en algunos hogares. Regresan los atrapados en las carreteras después de una larga, fría, hambrienta y dura noche. A media mañana estamos sin agua, sin luz y sin red. De boca en boca llegan noticias de los destrozos y averías… La tarde comienza a ser una locura, la gente se debate por conseguir alimentos y el bien mas buscado, el agua. Hasta llegar la noche la gente comienza a dejar de ver belleza y diversión en la nieve. La situación no cambia y se vuelve casi insostenible, sin saber que poder hacer. Casi acabando el día, vuelve la luz y la red!!! Al fin, en casi todos los hogares soplan velas, dan al interruptor, calefacción en marcha y encienden el televisor. Se acaba un largo día para algunos pero para otros todavia queda otra larga noche y esperanza que el sábado vaya regresando todo.
El sábado amanece y las cosas dentro de lo posible comienzan a volver a la normalidad… Ya se puede circular mejor por las calles y, algunos bares y supermercados abren sus puertas. Pero todavía mucha gente no puede decir lo mismo y esperan ansiosos su llegada…
Cara y cruz, para unos días que quedarán grabados en nuestra memoria como las nieves y destrozos del 2017. Lo que empezaba como algo divertido acabo transformándose en algo aterrador y catastrófico. Con muchas preguntas sin respuesta y la sorpresa de ver que a pesar de tantos avances, no estamos preparados para muchas cosas.