lunes, 7 abril
Con este galardón, Pedro Salinas alcanza ya catorce premios internacionales de composición en menos de cuatro años, consolidando una trayectoria artística ascendente y polifacética.
Requena (07/04/25)
El joven compositor requenense Pedro Salinas Robles ha sido galardonado con el Primer Premio del Concurso Internacional de Composición para Banda de Corciano (Italia), en su segunda edición consecutiva. Esta ha sido, además, una de las ediciones con mayor participación en la historia del certamen, considerado uno de los más prestigiosos del mundo en el ámbito de la música para banda.
A lo largo de sus ediciones, este concurso ha reconocido la labor de grandes figuras de la composición contemporánea como Ferrer Ferran, Johan de Meij, Luis Serrano Alarcón, Oliver Waespi, Jacob de Haan, Jan van der Roost, André Wagnein o Carlos Pellicer, entre muchos otros. Obtener el máximo galardón en dos convocatorias consecutivas supone un hito notable y un nuevo impulso a la proyección internacional de Salinas.
El compositor ha destacado también la emoción de compartir podio con su admirado Johan de Meij, quien ha sido premiado en la categoría B de esta misma edición.
La obra premiada será interpretada como obra obligada de la Sección de Honor en la 37ª edición del Certamen Internacional de Bandas de Música “Fliscorno d’Oro” de Riva del Garda (Italia), uno de los certámenes de interpretación bandística más importantes de Europa. Asimismo, será publicada por la prestigiosa editorial italiana Scomegna Edizioni Musicali, con sede en Turín.
Con este galardón, Pedro Salinas alcanza ya catorce premios internacionales de composición en menos de cuatro años, consolidando una trayectoria artística ascendente y polifacética. Sus obras han sido reconocidas en concursos de composición para orquesta, música de cámara o música para cine, en lugares tan diversos como Viena, Malasia o Pekín, lo que da muestra de la versatilidad y alcance global de su lenguaje musical.
Salinas ha querido dedicar este nuevo reconocimiento a todas las personas que han confiado en él desde el inicio de su carrera. En especial, a su maestro Pepe Tello, por su guía constante, y a su familia. De forma muy especial, ha querido dedicar la obra galardonada a su esposa, Maria Pizà Soler, actualmente en tratamiento por una enfermedad. Tal como ha expresado el propio compositor, la pieza nace como un canto a la resistencia, a la lucha sin tregua contra la enfermedad y a la victoria final del espíritu.