miércoles, 11 marzo
Hay captadores de polen en el Hospital La Fe y Játiva.
Varias especies, árboles, sobre todo, se encuentran en la comarca y con la llegada de la primavera inundan el aire causando problemas las personas alérgicas.
Requena, (11/03/20). Redacción.
Según explica AVAIC, la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica, para poder conocer la cantidad de polen que hay en el aire, en cada uno de los puntos de muestreo de la Comunidad Valenciana se han instalado captadores de polen, aunque no hay ninguno en la comarca Requena-Utiel, entre otras cosas porque “hace falta personal para llevar adecuadamente el mantenimiento”, explican a iv.revistalocal, además de porque el clima en la zona está más cerca de ser continental, lo que implica que es más frio que en otras zonas y la floración y polinización se retrasa considerablemente.
AVAIC explica que, uno de los cultivos con más presencia en la zona, el olivo, puede crecer en suelos calizos o silíceos soportando los veranos secos y calurosos. Es propio de la región mediterránea y muy frecuente en toda la mitad sur de la Península Ibérica. Se encuentra ampliamente extendido, ocupando el 14 % de la superficie cultivada en la Comunidad Valenciana, entre otras zonas la comarca Requena-Utiel, utilizándose también frecuentemente en jardinería.
Además del Plátano, que se encuentra en grandes avenidas; Requena, Camporrobles, Utiel…. y en parques donde proporciona una amplia sombra fresca en los días de verano. Sobre el árbol se encuentran flores masculinas y femeninas que se agrupan en unas bolitas sobre largos pedúnculos. Aunque a estos árboles habría que añadir otros que también pueden provocar problemas a las personas con alergias como; los chopos, cipreses, castaños, o las gramíneas, cuya familia engloba a unas 9.000 especies distintas.
Gracias a los captadores de polen que se encuentran muestreando constantemente el aire, las 24 horas el día y los 365 días del año, se pueden llegar a obtener los valores de las concentraciones diarias de polen en el aire, en número de granos por metro cúbico de aire, a lo largo de todo el año y ofrecer los resultados en las diferentes tablas y gráficas de la página web. Lo que realmente le interesa a la persona aquejada de polinosis es conocer las concentraciones a las cuales va a desarrollar los síntomas de su alergia al polen. Responder a esta cuestión no es tarea fácil porque entran en juego varios factores.
Lo primero que se necesita conocer es a qué tipo de polen es alérgica la persona que sufre los síntomas de la alergia, pues no todas las personas son alérgicas al mismo tipo de polen; para ello el especialista alergólogo debe realizar los test encaminados a identificar el tipo, o los tipos, de polen causantes de su polinosis. El polen de las gramíneas es el que más comúnmente origina la sintomatología alérgica, pero hay muchos otros tipos de polen capaces de hacerlo y además una misma persona puede ser alérgica a diferentes tipos de polen.
La principal dificultad para interpretar los datos es que cada persona va a reaccionar de manera distinta ante las mismas concentraciones de polen en el aire, produciendo en unas la respuesta alérgica mientras que en otras no va a provocar respuesta alguna.
Otra dificultad añadida es que cada persona va a reaccionar de diferente manera ante iguales concentraciones de polen dependiendo del momento en el que se vea expuesta. Este fenómeno se conoce con el nombre de “priming”, por el cual los niveles de polen en el aire al comienzo de la floración de la especie que nos provoca la alergia han de ser más altos que al final de la misma para que nos veamos afectados.
Además, no todos los tipos de polen tienen la misma capacidad de desencadenar los síntomas alérgicos, los hay que con relativamente pocos granos por metro cúbico de aire hacen que la persona alérgica desarrolle la sintomatología, mientras que, con otros tipos de polen, con menor capacidad alergénica, es necesario que se alcancen unas concentraciones más altas provocar la reacción.
Ante semejante situación la única opción razonable es que cada persona aprenda a conocer cuáles son sus umbrales de activación a las distintas concentraciones de polen. Para ello es necesario que se mantenga informada sobre las concentraciones de polen que existen en su entorno en el momento que muestra los síntomas alérgicos, de tal manera que al cabo del tiempo llegue a establecer sus propios umbrales de activación, y de esta manera pueda extraer la información más provechosa para su bienestar poniendo en marcha los consejos cuando las concentraciones de polen en el aire se acerquen a niveles perjudiciales para ella.
No obstante, todo lo antedicho, para orientar al paciente neófito, en el apartado donde se muestran las figuras de los 15 tipos polínicos más importantes se utiliza un código de colores para señalar cuándo las concentraciones de polen tienen unas probabilidades bajas, moderadas o altas de desencadenar síntomas alérgicos. Estas categorías están basadas en la propuesta hecha por la Red Española de Aerobiología para la clasificación de las concentraciones polínicas resultantes de los muestreos. Para el establecimiento de estas categorías se ha tenido en cuenta:
Este código de colores, empleado en las gráficas de los 15 tipos polínicos más importantes, proporciona una buena herramienta de aproximación a los umbrales que ha de buscar cada persona para hacer que la información polínica que se proporciona en la página de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica le resulte de la máxima utilidad para atenuar los síntomas alérgicos mejorando su calidad de vida.