Requena da la cara contra la violencia de género
Leer más
Abierto el tráfico sobre el puente del río Magro en la N-322
Leer más
COVIÑAS celebra el Día Mundial del Vino Tinto con Veterum Tinajas
Leer más

LA BITÁCORA DE BRAUDEL/JCPG

Este año el otoño parece haberse adelantado algo en nuestro calendario. Las lluvias de inicios de septiembre enterraron definitivamente el verano. Y comenzó de nuevo lo que toca por este tiempo: la vendimia. Bendita vendimia. Pasaron los tiempos de la vendimia a mano. Las aldeas y los pueblos de esta tierra ya no reciben a aquella masa de jornaleros que provenían de Cuenca o La Manchuela. El progreso los condujo a las grandes ciudades, a Valencia, a Madrid, a Barcelona. Algunos, quizás muchos, votarán el domingo y sólo Dios sabe lo que nos deparará el lunes que viene.

Están caminos y carreteras llenos de tractores con uva, de máquinas vendimiadoras. La nostalgia del pasado puede ser nefasta en determinados casos. Sin embargo, recordar aquellos tiempos en que las aldeas estaban llenas, se hacían colas inmensas para llamar por teléfono en las centrales y había jolgorio cada día de la vendimia, constituye un ejercicio saludable para el cerebro y el alma.

El cardenal Cañizares pide orar este viernes por la unidad de España. Puede recordar a tiempos pretéritos, pero quizás sea conveniente para los que somos creyentes. Cómo nos pintará el pelo sin Cataluña no lo sabemos. No lo sabe ni el Romeva, enredado en asuntos estúpidos en cualquier entrevista. Envuelto en el sueño de una Cataluña que nunca ha sido. Resulta curioso. Un pijo, el Romeva, de izquierdas, en una candidatura puramente burguesa, pujolista. Porque el Oriol no es más que otro representante de aquella burguesía de rapiña que pacto con los gobiernos españoles del caciquismo. Quién te ha visto y quién te ve. Sin recurrir a antiguos chistes.

Bien por todos nosotros. Para nuestra tierra quizás el problema catalán, que no se resolverá el domingo, es probablemente una bendición. El cava tendrá mayor venta y con él otros productos de aquí. Pero a la postre seremos más débiles, más flojos ante un mundo que no es precisamente el paraíso.

La viñeta de El Roto lo dice con una claridad soberbia.

En Los Ruices, a 23 de septiembre de 2015.

Comparte: Vendimia y otras cosas