GABINETE PEDAGÓGICO EVA GABALDÓN.
Desde el Centro Psicopedagógico Gabaldón hemos notado un aumento del número de casos en adolescentes que padecen el llamado trastorno oposicionista desafiante, por lo que he considerado oportuno hablaros acerca de las características del mismo con el fin de que podáis observar posibles comportamientos similares en vuestros hijos/as.
En un primer lugar podemos decir que es una comorbilidad del denominado TDAH (trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad), que se está dando principalmente en los adolescentes entre doce y dieciséis años. Según el DSM IV, el trastorno oposicionista desafiante se define como “un patrón recurrente de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia figuras de autoridad que se mantiene por lo menos durante seis meses.”
Según el DSM IV, para que se de lugar este trastorno, se deben cumplir al menos con cuatro criterios durante mínimo seis meses. Estos criterios son los que se muestran a continuación:
a) A menudo se encoleriza o incurre en pataletas
b) A menudo discute con adultos
c) A menudo desafía activamente a los adultos o rehusa cumplir sus demandas.
d) A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
e) A menudo acusa a otros de sus errores y por su mal comportamiento .
f) A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
g) A menudo es colérico y resentido
h) A menudo es rencoroso y vengativo
Estos comportamientos se pueden haber ido observando durante la infancia del niño/a, pero es en la adolescencia donde estos comportamientos cobran una vital importancia, puesto que en ocasiones pueden incluso derivar en agresiones físicas por parte del adolescente hacia cualquier figura de autoridad: familiares, profesores, compañeros, etc…
Vamos a analizar ahora cuáles son las posibles causas de este trastorno. Encontramos dos teorías:
– La teoría del desarrollo sugiere que las dificultades inician cuando los niños tienen entre uno y dos años y medio de edad fundamentalmente debido a que presentan dificultades para aprender a separarse y hacerse autónomos de la persona a la cual se encuentran ligados emocionalmente. Así, los “malos comportamientos” serían una prolongación de las cuestiones normales del desarrollo que no han sido resueltas adecuadamente en los primeros años de vida.
– La teoría del aprendizaje indica que las características negativas del trastorno oposicionista desafiante son actitudes aprendidas que no son sino un reflejo de los efectos de las técnicas de refuerzo negativo empleadas por los padres y las figuras de autoridad. Así, se piensa que el empleo de refuerzos negativos incrementa la frecuencia e intensidad de los comportamientos opositores en el niño, que de este modo logra llamar la atención de los adultos y obtiene la interacción deseada.
Una vez analizadas las causas de este trastorno, os voy a explicar las diferentes alternativas para un posible tratamiento.
– Tratamiento Psicoeducativo: Este tratamiento es imprescindible en el cual un Psicopedagogo especializado se encargará de redactar un plan conjunto de actuación entre padres y profesores con el fin de coordinar y consolidar las conductas adecuadas.
– Tratamiento de Psicoterapia: Será complementario y dependerá siempre de la edad del sujeto y la intensidad del mismo.
– Tratamiento psicofarmacológico: en los casos de una estado avanzado del trastorno es posible la necesidad de reforzar el tratamiento psicoeducativo con fármacos.
Es posible que en alguna ocasión hayáis observado comportamientos similares a los descritos anteriormente, es importante estar atentos a cualquier actitud negativa reiterada, por lo que en el caso que suceda, sería conveniente ponerse en manos de un profesional que valore dicho comportamiento, no debemos olvidar que el mejor tratamiento es la prevención, y actuar a tiempo puede ahorrar situaciones muy incomodas.
Os voy a dar una serie de recomendaciones para que llevéis a cabo con vuestros hijos que puedan tener este trastorno y podáis mejorarlo
– Elogiar el comportamiento bueno que tenga vuestro hijo, no siempre os tenéis que fijar en todo lo malo.
– Obviar los comportamientos negativos, puesto que en ocasiones si hacemos caso a estos comportamientos estamos haciendo totalmente lo contrario, estamos reforzando las conductas inapropiadas.
– Debéis explicar a vuestros hijos cuáles son los comportamientos inaceptables, puesto que la mayoría de las veces castigamos y no decimos el porqué ha sido.
– Se deben establecer una serie de normas en el ámbito familiar.
– Se debe utilizar el castigo de forma asertiva, hay que tener en cuenta que si utilizamos la violencia generaremos más violencia.
– Los castigos deben ser impuestos inmediatamente después de la falta cometida.
– Hacerle notar las consecuencias de su comportamiento.
Ante cualquier duda que tengáis, desde nuestro centro ponemos a vuestra disposición un servicio de “primera consulta gratuita” donde un especialista atenderá y resolverá vuestras preguntas.
Eva Gabaldón Sáez
Licenciada en Pedagogía
Técnico Superior en Psicología Clínica Infantil
Especialista en TDAH
Périto Judicial en Pedagogía
Brain Trainer