LOS COMBATIVOS REQUENENSES / Víctor Manuel Galán Tendero.
Entre el 2 y el 6 de septiembre la conquistada Moscú ardió en llamas y ante la temible perspectiva de verse aislado en el crudo invierno por fuerzas enemigas Napoleón ordenó la retirada de sus tropas el 19 de octubre. Hasta el 14 de diciembre los animosos invasores de meses anteriores pagaron un terrible tributo de sangre. Se estima que cayeron 300.000 franceses, 80.000 alemanes, 70.000 polacos y 50.000 italianos.
Las fuerzas del imperio napoleónico no solo mostraron su carácter plurinacional en Rusia, sino también en España, donde la guerra había deparado victorias de sus oponentes en el asedio de Badajoz y en la batalla de los Arapiles. En Requena los soldados franceses, alemanes e italianos del imperio mantuvieron sus posiciones, alrededor del fortificado convento de San Francisco, alejados del invierno ruso e inmersos en el no menos infernal invierno ibérico.
Los franceses propiamente dichos se limitaron a los soldados del 28.º y 75.º regimiento de línea, junto a los del 28 .º de ligeros y los zapadores. Serían camaradas de armas de italianos y alemanes.
Los soldados de infantería del reino de Italia, que no abarcaba el de Nápoles, adoptaron en 1808 la organización francesa de regimientos de tres batallones de seis compañías, además de un batallón de reserva. Los italianos combatieron en gran número, más de 21.000 soldados, en España desde el comienzo de la guerra de la Independencia. En 1811 partió desde Milán el general Filippo Severoli, que alcanzaría nombradía en nuestra comarca, al frente de la 3.ª división, que se uniría a los regimientos de Pamplona y Lérida y a la división Palombini durante la toma de Valencia. Tras su conquista, se estacionaron en Requena fuerzas del 2.º, 4.º y 6.º regimiento de línea, dotada de artillería y su correspondiente tren de campaña, además de artillería montada y de los dragones de Napoleón, la potente fuerza de caballería de choque capaz de plantar cara a los guerrilleros para proteger los convoyes de suministros.
Los alemanes destinados en Requena engrosaron los regimientos de Nassau y Baden. El de Nassau procedía de uno de los Estados de la Confederación del Rin, fundada por Napoleón en 1806. El gran ducado de Baden no formó parte de la Confederación, pero aportó unidades militares al imperio napoleónico que combatieron en España desde 1808, como su 4.º Regimiento (resultado de la amalgama de otros).
En Requena no tenemos constancia de la presencia de unidades polacas, las grandes auxiliares en varios puntos del Napoleón creador del gran ducado de Varsovia. Aquellos forasteros que llegaron bajo las banderas imperiales a nuestra tierra fueron movilizados en no pocas ocasiones por la fuerza. Las privaciones los indujeron a desertar, lo que no dejó de inquietar a los comandantes locales del imperio. Su aventura fue la de muchos soldados que combatieron en una guerra interminable desde nuestras regiones a las rusas en el trascendental invierno de 1812-13.
Fuentes.
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL. Depósito de la Guerra, Diversos-Colecciones, 107, N. 43.